Estado de México.- Todo comenzó el 8 de junio pasado cuando don Jesús llevó a su esposa María a diferentes hospitales públicos debido a que desde temprana hora comenzó a sentirse mal porque tenía dificultad para respirar. Creyeron que era Covid-19.

Sin embargo, la pareja de campesinos del municipio de Metepec, en el Estado de México, fue rechazada de diferentes hospitales porque no había cupo, razón por la cual acudieron a una de sus últimas opciones, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) “Arturo Montiel Rojas”, donde finalmente María fue internada.

A lo largo de más de 50 días, don Jesús hizo guardia afuera del hospital en espera de cualquier noticia. Con una cobija, un sarape y un cubrebocas, pasó noches en vela y días de incertidumbre. 

A lo largo de dicho tiempo, la salud de María mejoró, sin embargo, esa fue la única buena noticia para ambos.

Luego de casi dos meses, la administración del ISSEMYM entregó a don Jesús la cuenta por los gastos hospitalarios. Entonces inició un nuevo calvario, pues el campesino se enteró que debe cerca de un millón de pesos a la institución.

Hasta el momento al hospital le debo 926 mil 856.48 pesos. Soy una persona que por mi aspecto lo dice todo. Soy un campesino de la comunidad de Salazar, que la verdad vivo al día, no tengo ingresos para pagar esta cantidad”, lamentó don Jesús.

Consciente de que su situación no le permite cubrir la deuda que se ha generado por la atención de su esposa, don Jesús señala que le han indicado que como sea, debe encontrar la manera de pagar, ante lo cual, únicamente encuentra una opción.

Solamente con pues yo creo que con cárcel (&) Jamás en mi vida podré reunir esta cantidad”, se resigna don Jesús.

Sobre la salud de María, el campesino indica que si bien ha mostrado mejoría, en realidad no saben si se contagió de Covid-19 o no.

Le puedo constatar con el documento de la receta médica que me dieron para solicitar el oxígeno, que solamente probable virus no identificado como Covid-19, vuelvo a repetir, incertidumbre día y noche sin poder dormir aquí, sin poder este saber con certeza qué es lo que aqueja a mi esposa, qué mal o qué enfermedad”, dijo don Jesús.

Los médicos también le dijeron que su esposa requiere oxígeno medicinal, para el que tampoco tiene dinero. Se dedica al campo y desde que está de guardia, no ha podido sembrar o buscar empleo.

Ante tal situación, el hombre pide el apoyo de las autoridades federales, incluso si es posible, del Presidente de la República, a quien le pide “ponerse una mano en el corazón”, pues no cuenta con los recursos para sacar a su esposa del hospital.

Yo le dije a la persona que me dio la cuenta ayer, yo veré la manera, Dios no me va a abandonar, me dijo ojalá y no lo abandone porque nosotros necesitamos cobrar ese dinero, le dije no se preocupe, Dios no me va a abandonar”, finalizó don Jesús.

Con información de Imagen

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