Un niño llamado Frankie Macritchie, de nueve años, fue atacado por un pitbull de casi 45 kilos en abril de 2019, por lo que sufrió heridas mortales en la cabeza.
Los hechos ocurrieron en abril de 2019 en Plymouth, en Reino Unido, cuando el pequeño se encontraba pasando unos días de vacaciones en un auto caravana con su madre, Tawney Willis, y su amiga Sadie Totterdell.
Totterdell había alquilado el camper desde el 7 de abril para recorrer el país y Frankie y Willis se unieron el 11 de abril, según declararon en el Tribunal Forense de Cornwall. Al día siguiente Totterdell llevó al perro, llamado Winston, a la caravana, se fueron a un bar y regresaron sobre medianoche.
Mientras Tawney y sus amigos consumían alcohol y sustancias alucinógenas dejaron al niño solo con el perro dentro de la caravana. La pareja se emborrachó y Willis también admitió haber consumido cocaína, según declaró ante el juez.
Su madre, Tawnee Wills, y la dueña del perro, Sadie Totterdell, fueron encarceladas por su muerte en junio de 2020.
Medios locales diero que conocer que los servicios de emergencia fueron alertados poco antes de las 5 am del 13 de abril. Al llegar intentaron reanimar al menor, pero no pudieron hacer nada y fue declarado muerto.
La Dra. Deborah Cook, patóloga forense registrada en el Ministerio del Interior, dijo que Frankie había muerto por la pérdida de sangre causada por múltiples mordeduras de perro. “La concentración de las lesiones en la cabeza y el cuello está en consonancia con el comportamiento reconocido de los perros en el ataque”.