Toda una vida de estudios sobre ingeniería y trabajo duro fueron arrastrados por el agua. Manuel Aguilar perdió su tienda de artículos médicos con la inundación del pasado 7 de septiembre en Tula, ahora, los trabajos de limpieza tendrán que esperar ya que las condiciones climáticas no dan tregua en la zona.
Ingeniero de profesión, con un cariño arraigado de familia por las ventas, Manuel Aguilar comenzó hace 27 años con su tienda de artículos médicos en la calle 16 de Septiembre del centro de Tula. Nunca imaginó que el 7 de este mes llegaría lo que considera uno de los peores días de su vida.
Varias generaciones acudieron a la tienda de artículos médicos “D´ HGO”, donde el material de curación y equipo especializado como tanques de oxígeno, incubadoras y de cirugía, se podían encontrar con facilidad.
Junto con su hijo, Manuel hacía limpieza al poco inventario que rescató y en la fachada de su negocio hasta que la lluvia de este viernes volvió a desbordar el cauce del río Tula.
El hombre de edad avanzada relató para AM Hidalgo el suplicio y la desesperación que generó la inundación del martes 7 de septiembre que dejó su negocio en pérdida total, el cual valúa en poco más de 3 millones de pesos.
TODO SE PERDIÓ EN DOS HORAS
Lunes 6 de septiembre por la noche. Manuel se encontraba en su casa fuera de la cabecera municipal de Tula. La lluvia incesante comenzó a preocuparlo ya que la calle en la que se ubica su local tiende a inundarse al estar rodeada de una vía de tren y un paso elevado.
Como a las diez de la noche le hablé a una persona que vive en la parte de arriba de mi local, me dijo que llovía muy fuerte pero que no pasaba nada hasta el momento, por lo que me tranquilicé un poco”, comentó el ingeniero.
Al pasar las horas Manuel veía constantes videos y avisos de la ciudadanía por redes sociales sobre el desbordamiento del río, lo que le quitó toda tranquilidad pues su establecimiento se encuentra aproximadamente a 300 metros del cauce del río Tula.
Llegó la medianoche y con ella la total desesperación para Manuel y su hijo, quienes decidieron darse una vuelta por el centro para revisar la situación en la que se encontraba su local, pero ante el cierre de calles no pudieron acercarse.
No tuvieron opción más que esperar a que el nivel del agua bajara, ya que el establecimiento de fachada blanca con letras rojas y azules, estaba totalmente cubierto de agua y lodo, lo que provocó un sentimiento indescriptible para Manuel.
Al descender el nivel de la inundación, inmediatamente acudieron para revisar los daños y lo poco que se pudiera salvar. Lo que se encontraron al abrir la cortina quebró al hombre y su hijo, quienes quedaron sin palabras para describir la situación.
No puedo describirte lo que sentimos, 27 años de trabajo tirados a la basura, cubiertos de suciedad, cosas flotando todavía, el olor insoportable, restos de basura, de verdad que me quedé sin palabras”, comentó Manuel mientras se entristecía su semblante.
UN MES PARA REGRESAR A LA ACTIVIDAD
De acuerdo con el propietario del negocio, que considera pérdida total, si la situación se los permite en noviembre vislumbran el regreso a las ventas, siempre y cuando reciban los apoyos estipulados por el gobierno municipal.
En días recientes han realizado limpieza en el local, pero las lluvias no cesan en la zona, por lo que redoblarán esfuerzos cuando las condiciones climáticas lo permitan para levantar la cortina y continuar con las ventas.
De acuerdo con Manuel su negocio está valuado en 3 millones de pesos. Incluye el inventario de aparatos médicos con los que contaba al momento de la inundación, estantes y diversas herramientas que ocupaba para reparaciones.
Para ello, tiene su folio y previo registro en el censo organizado por el ayuntamiento para negocios y hogares damnificados, aunque asegura que por su cuenta harán un sacrificio para levantar el establecimiento que significa el patrimonio de toda una vida, mencionó.