Hidalgo forma parte de los estados del país con mayor número de escuelas que arrastran falta de agua potable, junto con Guanajuato, Tamaulipas, Puebla y Guerrero, de acuerdo con un informe del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con motivo del regreso a clases durante la pandemia de COVID-19.
Tal análisis fue entregado a la Secretaría de Educación Pública (SEP), el cual detalla que más de 48 mil planteles educativos en todo el país presentan deficiencias de infraestructura y más de 31 mil tienen problemas de acceso al agua probable.
Ante ello, la fracción parlamentaria de Nueva Alianza solicitó a la autoridad educativa federal, estatal, los municipios y la Caasim reducir adeudos de agua potable en las escuelas públicas, del nivel básico y medio superior.
“Uno de los factores que limita el acceso al agua potable en las escuelas es la cancelación por adeudos con la autoridad responsable, luego que los centros de educación no tienen asignado un recurso gubernamental para el pago del servicio, el cual es cubierto con las aportaciones voluntarias de padres de familia”, señaló la bancada en tribuna del Congreso de Hidalgo.
Además de los organismos operadores en los municipios, la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Municipales (Caasim) opera en 13 municipios, tales como Singuilucan, Tepeapulco, Tlanalapa, Villa de Tezontepec, Zapotlán y Zempoala.
Aunque hay programas de apoyo de esta dependencia, no existen recursos estatales o federales etiquetados para el pago del servicio de agua potable en las escuelas, apuntaron los legisladores panalistas durante sesión del Congreso celebrada este día.
Al disminuir las cuotas escolares y después de 18 meses sin clases presenciales, muchas escuelas de preescolar, primaria y secundaria cuentan con adeudos elevados.