Durante los últimos 15 años, Jorge Armando Hernández Romero ha formado parte de la cuadrilla del Barrio San José, una de las de mayor tradición del municipio de Huejutla con más de cien años de antigüedad, aunque asegura que desde temprana edad ha seguido a los disfrazados durante los festejos del Xantolo que inician el 30 de octubre y concluyen el 2 de noviembre de cada año.
El cazador, como es conocido entre los integrantes de esa cuadrilla, refiere que ellos comienzan a bailar el 31 y terminan el 3 de noviembre, aunque dice que a veces, acara, lo hacen en días siguientes a esa fecha, a petición de los vecinos de la ciudad y otros puntos de la Huasteca hidalguense.
Menciona también que en la cuadrilla de San José puede participar todo aquel que así lo decida. Al ser un grupo tradicional solo se conforma de hombres que se disfrazan con prendas viejas de mujer y varón, pues asegura que los personajes del diablo y la muerte no tienen cabida en sus interpretaciones de los sones
De la vestimenta que utilizan para bailar, Jorge Armando recuerda que es prestada o regalada. Detalla que las máscaras son de madera y explica que bailan para recordar a familiares y personas que formaron parte de ese grupo, pero que ya adelantaron el camino al mundo Mictlán.
Jorge Armando recuerda que los disfrazados de antaño no recibían dinero, ya que solo compartían la ofrenda que les daban los propietarios de las viviendas donde danzaban, mientras que en la actualidad la gente les da alguna cantidad que utilizan para la comida del destape que se lleva a cabo el 30 de noviembre, cuyos alimentos comparten con los vecinos del popular Barrio de San José.
Refiere que seguirá bailando hasta que las fuerzas se lo permitan y después acompañará a la cuadrilla de San José, como lo hacen otros disfrazados que por la edad ya no pueden participar activamente en las comparsas con las que recuerdan a sus santos difuntos durante el Xantolo, el festejo más representativo de la Huasteca.