Entre 15 y 22 millones de pesos es el monto de inversión considerado para la construcción de un sistema de anclaje que impida el deslizamiento de rocas, algunas de ellas de gran tamaño, en las zonas de La Cañada y Huapalcalco.
Lo anterior fue señalado por el alcalde, Jorge Márquez Alvarado quien advirtió que el costo muy posiblemente tendrá que actualizarse, pues el cálculo es de hace unos cuatro años, cuando personal de Protección Civil estatal acudió a dichas zonas a realizar estudios de evaluación de riesgo.
Tras esa visita se estableció como prevención a la caída de rocas la colocación del sistema de anclaje, lo que permitiría la contención del material pétreo.
En semanas recientes, especialistas en materia de geología tanto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como del Servicio Geológico Mexicano realizaron nuevos estudios sobre un posible desprendimiento de rocas.
Como resultado de dichos estudios se recomendó nuevamente construir la obra de anclaje para contener el deslizamiento de rocas y tierra.
Márquez Alvarado reconoció que en este momento el gobierno municipal que encabeza no cuenta con dicho recurso económico, por lo que se buscará gestionarlo con diversas instancias para poder construir el sistema de anclaje recomendado.
Otra opción considerada es la reubicación de habitantes de la zona con posible caída de rocas, pero dicha propuesta es prácticamente inviable, por el costo que implicaría la construcción de viviendas necesarias para concretar dicha solución.
Mientras se logran obtener los recursos para la obra recomendada, se mantiene monitoreo permanente para prevenir emergencia en el tema.
La Cañada y Huapalcalco son dos de las zonas de la ciudad con mayor cantidad de población, pues por lo menos desde hace unos 30 años se permitieron asentamientos humanos, pese al riesgo que significa el eventual desprendimiento de rocas.
Ya se han registrado importantes desprendimientos de material pétreo en 2014 y 2017 que no han dejado lesionados, pero significaron daños a viviendas, así como pérdidas totales o materiales de patrimonio, como el caso de dos vehículos que fueron aplastados por rocas de gran tamaño, en la primera fecha señalada.