Para luchar contra el acoso sexual, integrantes de la iniciativa “Mujeres tomando el transporte público”, ofrecen una innovadora forma de gas pimienta para defensa personal y una alarma para alertar sobre los agresores.
De acuerdo con Pamela Alvasanto, iniciadora del movimiento, la medida deriva de los cientos de casos de acoso sexual que son cometidos en el transporte público de Hidalgo y que son ignorados por las autoridades.
De igual manera, la venta de los dos implementos referidos ayuda a continuar con la investigación sobre este problema, para el que ya cuentan con una propuesta hecha a los legisladores del Congreso de Hidalgo con la finalidad de tipificar el acoso sexual en el transporte público dentro del Código Penal de la entidad.
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LOS DISPOSITIVOS
El gas pimienta se encuentra en forma de llavero para facilitar su traslado en el bolsillo, es color rosa y tiene forma ovalada, además del distintivo con el nombre del movimiento, con capacidad para cien descargas.
El artefacto de gas se llama “Rúmbale” y es creación de una joven de Monterrey llamada María, quien padeció una situación complicada por el acoso del que era víctima en las calles de su ciudad, según mencionó Pamela Alvasanto.
“Esto del gas pimienta es un proyecto de una chica de Monterrey que fue víctima de acoso sexual y que incluso la llevó a tener un tratamiento en una institución mental. A ella se los compro y aquí le pongo el distintivo del movimiento”, comentó.
La alarma tiene un costo de cien pesos, mientras que el gas pimienta cuesta 150. Lo recaudado es invertido en continuar la investigación que realizan las activistas sobre el transporte público y las incidencias de acoso sexual.
De acuerdo con la activista los artefactos han tenido buena aceptación en las mujeres de la capital hidalguense y agregó que en otros municipios también ha incrementado la demanda; sin embargo, reconoció que por ahora carecen de recursos para cubrirla.