La Unión Nacional de Padres de Familia y la Alianza por la Educación consideran que la falta de clases presenciales afecta de manera significativa la calidad del aprendizaje y el estado socioemocional de niñas y niños. Este lunes preparan una conferencia de prensa para hablar sobre dicho problema.

Mediante un comunicado las organizaciones señalaron que exigirán el regreso a las aulas en todo Hidalgo, luego que el viernes 19 de noviembre el secretario estatal de Salud, Alejandro Efraín Benítez Herrera, autorizó el retorno a clases presenciales para el lunes 22.

Cabe mencionar que la Unión Nacional de Padres de Familia es una organización no gubernamental que lleva más de cien años trabajando en defensa de los derechos y deberes de padres, de acuerdo con su portal de internet.

Mientras que la Alianza por la Educación promueve acciones y propuestas de las agrupaciones e instituciones de educación particular en México, según refiere su perfil de Facebook. 

PROFESORES ACEPTAN REGRESO A LAS AULAS

El regreso a clases presenciales fue visto con buenos ojos por algunos profesores, como Rodolfo Quintero de la escuela primaria Ignacio Zaragoza, ubicada en la céntrica avenida Revolución de Pachuca, misma que no pudo reabrir sus salones ante la falta de una revisión por parte de autoridades de salud y educativas.

A nosotros (primaria Ignacio Zaragoza) solo nos falta la revisión de la SEPH y de las autoridades de Salud. En mi grupo tengo 29 alumnos, de esos, 26 padres de familia ya aceptaron regresar. Estas dos semanas que podemos regresar nos sirven como piloto para ver si las medidas son bien aplicadas para dar la mayor seguridad a los alumnos y sus padres”, comentó el profesor.

Lo anterior, para el maestro significa poder combatir un mal generado a la educación por la pandemia de COVID-19 y sus clases virtuales: el rezago escolar. Señaló que padres y madres de familia le han externado su preocupación al no observar avances en el aprendizaje de sus hijos e hijas.

De acuerdo con el profesor Quintero, quien se desempeña en el quinto grado de la institución mencionada, la brecha de conocimiento es muy notoria en sus alumnos, ya que muestran deficiencias que por lo general son propias de estudiantes de segundo grado.

Aunado a lo anterior, declaró que la matricula total de la escuela es de 540 alumnos, de los cuales 65 por ciento aceptó el regreso voluntario, por lo que esperan un aproximado de 340 estudiantes una vez se autorice el uso de las instalaciones.

ALUMNOS PIERDEN TRES AÑOS EN REZAGO 

Para Rodolfo, la brecha de conocimientos adquiridos, por lo menos en su grupo de quinto grado, es gigantesca, ya que gracias a los exámenes de diagnóstico, se ha percatado de que sus alumnos tienen deficiencias de segundo grado debido a que en las clases virtuales existen muchos distractores que pueden influir en el aprendizaje.

Tenemos deficiencia en lectura, escritura y cálculo mental, que son las habilidades básicas. Con eso entendemos que hay un rezago educativo de dos o tres años. Yo que tengo quinto grado, realmente estoy recibiendo alumnos de segundo”, señaló.

Por lo anterior, el maestro considera que es necesaria la educación presencial para corregir a tiempo los problemas que en un futuro pueden ser perjudiciales para el alumno, además, asegura que su institución está preparada para brindar todas las medidas de bioseguridad a quienes voluntariamente regresen a clases.

INSTITUCIONES LIMITADAS POR DESICIONES POLÍTICAS, ASEGURAN

El pasado viernes, padres de familia de diversas instituciones educativas de la capital hidalguense realizaron una manifestación pacífica en Plaza Juárez, donde exigieron el regreso a clases presenciales en la ciudad.

A la manifestación asistió Gerardo Romero García, padre de Nicolás y Matías, quienes cursan el tercer año de preescolar en la escuela María Luisa Ross Landa, misma que aún no abre físicamente, por lo que se están perdiendo experiencias que “no se recuperan”, refirió.

Para Gerardo, el hecho de que las escuelas no regresen a clases presenciales obedece a que las instituciones están limitadas por decisiones políticas, pues la situación por la que atraviesa la entidad en la pandemia por COVID-19 permite pensar en el retorno a las aulas.

Hemos hablado con las autoridades de la escuela, están en la disposición total para regresar al igual que nosotros como padres de familia, lamentablemente están sujetas a decisiones políticas, al igual que la mayoría de instituciones del estado se encuentran en espera solo de la aprobación de las autoridades”, señaló el padre de Nicolás y Matías.

De igual manera, Gerardo resaltó que el tiempo que sus hijos no han podido desenvolverse en el ámbito escolar no lo van a recuperar, por lo que teme que su desarrollo social y educativo se vea perjudicado, mientras tanto espera que pronto puedan conocer finalmente su salón de clases.

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