Por temor a ser deportados, migrantes de Ixmiquilpan que radican en Estados Unidos (EEUU) temen solicitar servicio médico ante enfermedades como COVID-19, lo que ha ocasionado que incluso pierdan la vida al no recibir atención inmediata.
Así lo manifestó en entrevista Arturo Chávez, presidente del club Frente Indígena Revolucionario de los Migrantes en Estados Unidos, quien aseguró que pese a que el gobierno de ese país ha sido comprensivo ante la pandemia por coronavirus al brindar atención y seguimiento médico a la población en general que incluye a los migrantes, muchos paisanos no se acercan a pedir tratamiento cuando padecen la enfermedad.
Al respecto, señaló que eso se debe al temor que tienen de acercarse, mencionar su calidad de indocumentados y que ello pueda derivar en que sean repatriados por autoridades migratorias.
“Desgraciadamente hay muchos que prefieren no acercarse a preguntar a las asociaciones para recibir asesoría y terminan perdiendo la vida en el peor de los casos”, comento el líder del Frente.
Detalló que dicho temor proviene de la preocupación de tener que regresar a Ixmiquilpan o a cualquier otra parte de Hidalgo, dejando a un lado su trabajo y con ello la remuneración que reciben, misma que les permite sustentar a sus familias.
Por otra parte, manifestó que existen otros paisanos que gracias a su acercamiento han podido salvar sus vidas ante el coronavirus. “Este año aproximadamente asesoramos a 15 personas, pero desgraciadamente cinco de ellos murieron debido a que ya habían dejado pasar mucho tiempo”, lamentó.
Comentó que en el caso de las personas fallecidas se brindó apoyo a familiares para cubrir los gastos de la repatriación de los cuerpos, así como los requerimientos funerarios.
Mientras que para el caso de los enfermos, dijo que la organización que preside organizó varios eventos de recaudación de fondos que permitieron solventar los gastos médicos y necesidades básicas de los afectados, hasta que pudieron reincorporarse a su actividad laboral.
Por último, Arturo Chávez invitó a la población migrante a mantenerse informada y, en su caso, buscar asesoría a través de las diversas organizaciones y asociaciones que existen para recibir apoyos.
HISTORIA DE UN MIGRANTE
Alberto Miranda, migrante ixmiquilpense que radica en Houston, Texas, se contagió de COVID-19 en febrero pasado, cuando la enfermedad azotó México con su segunda oleada.
Debido a ello, el migrante dejó de trabajar cerca de un mes, tiempo en el que no pudo enviar soporte económico a sus familiares. “Estuvo muy complicado ese momento, pues dejé de trabajar, me preocupaba cómo iba a ayudar a mi familia, pero lo bueno fue que ellos tenían ahorros y pudieron solventar sus gastos e inclusive hasta ayudarme con los míos“, afirmó.
Mencionó que recibió tratamiento médico en casa con la ayuda de algunos vecinos y amigos que oportunamente le llevaron un médico para su revisión. “Pude recuperarme gracias a que hubo gente que me ayudó, amigos migrantes, hasta unas personas americanas que quisieron apoyarme“, señaló.
Sin embargo, lamentó conocer otros casos en donde la conclusión no fue favorable para los enfermos.