“Cuando bajábamos por la Sierra hidalguense nos interceptaron tres camionetas con hombres armados y nos trajeron hasta este camino de terracería que no sabemos a dónde lleva, después descargaron el cemento en varias camionetas y se fueron del lugar”, relató uno de los conductores de los tráileres.
A dos días de las votaciones para renovar gubernatura en Hidalgo, dos tráileres con 72 toneladas de cemento, provenientes de San Luis Potosí con rumbo a Veracruz, fueron interceptados en la Huasteca hidalguense por pobladores del municipio de Atlapexco, quienes se llevaron el material de construcción.
Uno de los operadores dijo desconocer el motivo por el que la gente se llevó las 72 toneladas de cemento que iban a ser entregadas en una ferretería con razón social “El Charro” de Benito Juárez, Veracruz. Por separado, los habitantes acusaron que serían utilizadas para comprar el voto previo a la elección.
Los conductores no fueron golpeados, dijo uno de ellos a AM Hidalgo, aunque sí les quitaron los documentos que avalan dicha carga de cemento que salió de la empresa Moctezuma, de Cerritos, San Luis Potosí con dirección a la comunidad veracruzana de Benito Juárez, insistió el operador al recordar los hechos.
El transportista y su compañero, que conducían los tractocamiones con número económico 50 y 65 de la empresa “Huma, todo para la construcción” y placas de circulación del Servicio Público Federal 980-EY-2 y 868-EU-1, respectivamente, fueron advertidos que no llamaran a su patrón hasta estar en despoblado.
“Luego que la gente descargó el cemento que llevaba cada tráiler y lo pasó a camionetas de diferentes capacidades, dijeron que esperáramos, después nos entregaron nuestras pertenencias, las llaves de las unidades y los celulares, pero advirtieron que no habláramos hasta que ellos estuvieran lejos del lugar”.
Ambos operadores dijeron desconocer que en Hidalgo hubiera elecciones y reiteraron que su carga iba para Benito Juárez, Veracruz donde la entregarían en la ferretera El Charro, “solo somos empleados de la cementera, como lo hacemos siempre, llevamos materiales para construcción a diferentes puntos del país”.
En ningún momento se presentó la policía, incluso quienes se llevaron el cemento lo hicieron con calma, sin ninguna presión, aunque siempre acompañados por quienes viajaban en camionetas modernas con vidrios polarizados y sin placas de circulación, según relató el chofer que por seguridad pidió omitir su identidad.
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