Son falsas o sin sustento siete de cada diez publicaciones en redes sociales, así como cadenas de WhatsApp que denuncian supuestos delitos como secuestros o su intento, reveló Rafael Guerrero Gómez, secretario de Seguridad Ciudadana, Tránsito, Movilidad y Protección Civil de Tulancingo.
Por lo que pidió responsabilidad a la población al momento de denunciar ante las autoridades cuando sean testigos de la comisión de un delito para no generar pánico ante hechos que en muchas ocasiones ni siquiera existen.
Las declaraciones fueron ofrecidas luego de conocerse en Pachuca sobre una publicación en redes sociales donde supuestamente se ingresaría un arma a una institución educativa y en Tulancingo circuló otra donde se denuncia un supuesto intento de secuestro en el centro de la ciudad.
En ninguno de los casos se encontró sustento o prueba alguna de los supuestos hechos y Guerrero Gómez dijo que este tipo de publicaciones pueden generar desde una percepción de inseguridad general, hasta agresiones a personas que son señaladas por estar involucradas.
“Tenemos que ser responsables en los temas de seguridad pública, en los casos donde tengamos conocimiento de una situación de riesgo debe existir la denuncia inmediata para hacer el seguimiento a la situación”.
Señaló que, en el caso de la dependencia a su cargo, todas las publicaciones en redes sociales son monitoreadas para actuar en caso de la comisión de un delito, pero se ha encontrado que en la mayoría son falsas alarmas.
“Hacemos recorridos, monitoreamos las cámaras de seguridad, entre varias medidas, pero en la mayoría de las ocasiones no encontramos nada”. Además, se revisa si existen denuncias formales sobre los supuestos hechos delictivos, pero también con el mismo porcentaje de inexistencia.
“Incluso intentamos contactar a las personas que suben las denuncias de los supuestos delitos, pero ni siquiera recibimos respuesta en la mayoría de las ocasiones”, señaló Rafael Guerrero Gómez.
Insistió en el llamado a la responsabilidad por parte de la población en general para evitar publicar en redes sociales las supuestas denuncias que podrían derivar incluso en casos que sí serían graves, como posibles agresiones a personas que ni siquiera estuvieran involucradas.