En caso que docentes y personal educativo identifiquen ciberacoso al interior de la escuela, en las clases o actividades virtuales donde estén involucrados menores de edad, deberán notificar de inmediato a las autoridades educativas y de confirmarse, padres o madres iniciar una denuncia ante el Ministerio Público, según el Protocolo de la SEPH para prevenir y actuar ante ese delito.
La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) publicó el Protocolo para la prevención, detección y actuación en caso de ciberacoso escolar en el estado, el cual señala que en la actualidad se registra un aumento de casos de ciberacoso en los centros escolares y en los hogares, debido a la incorporación y uso de tecnologías de información y comunicación a edades cada vez más tempranas.
El protocolo entró en vigor este 5 de julio, mismo que indica que cualquier miembro de la comunidad educativa que tenga conocimiento o sospecha de una situación de ciberacoso sobre las y los alumnos, tiene la obligación de comunicarlo a un profesor o profesora, al tutor, tutora o persona responsable de la orientación en el centro o al equipo directivo.
Posteriormente, el receptor o receptora de la información comunicará en primera instancia al titular de la dirección y en su ausencia a un miembro del equipo directivo, el cual a su vez hará lo propio con su supervisor o jefe de sector para activar el protocolo.
La fase de actuación, menciona que en caso de identificarse el ciberacoso escolar al interior de la institución, en las clases o actividades virtuales donde estén involucradas personas menores de edad, deberá notificarse de inmediato a la dirección general de asuntos jurídicos, Registro estatal de prevención, atención y erradicación de violencia escolar (Repaeve) y la dirección general de educación básica de la SEPH para que a la brevedad tomen las medidas correspondientes.
Dichas áreas deberán asesorar sobre los pasos a seguir e informarán lo acontecido a la madre, padre o representantes legales de niñas, niños o adolescentes, quienes en caso de confirmarse la posible comisión de un delito, deberán notificar inmediatamente al agente del Ministerio Público para el inicio de la carpeta de investigación correspondiente.
El protocolo indica que en caso de existir duda sobre la existencia o no de un hecho posiblemente constitutivo de delito o de la existencia de riesgo o desprotección, el caso podrá notificarse a la Procuraduría de protección de niñas, niños, adolescentes y la familia de Hidalgo.
CIBERACOSO DENTRO Y FUERA DEL PLANTEL
También señala que el centro escolar debe tomar en consideración la situación de ciberacoso en el plantel o en el aula virtual, aunque las agresiones o los ataques sean fuera de la escuela o del horario lectivo, ya que basta con que la persona generadora de violencia o la persona víctima sean alumnas o alumnos para activar el protocolo y adoptar las medidas de acuerdo con la naturaleza del caso.
Asimismo, precisa que la aparición de conductas de acoso que afecten al alumnado debe abordarse desde la máxima discreción, confidencialidad y respeto a la intimidad de las alumnas y alumnos implicados, al igual que sus familias y que es obligación de las autoridades la no revictimización de niñas, niños, adolescentes con base en el interés superior de la niñez.
Sobre las medidas correctoras con el generador de violencia, el protocolo menciona que deben estar basadas en el interés superior de niñas, niños y adolescentes y cualquier tipo de medidas deben buscar la concientización sobre los hechos, la reparación del daño y ser rehabilitadoras.
Así como indagar sobre los posibles motivos de esta conducta, además que el apoyo terapéutico es fundamental para atender tanto a las víctimas como a los niños y las niñas generadores de violencia.
El documento precisa que el ciberacoso aumentó entre personas menores de edad, debido al confinamiento por COVID que obligó a que niñas, niños y adolescentes estén más tiempo frente a dispositivos con internet, además que las clases en línea también provocaron que la única forma de socialización sea por medios remotos.
Según el reporte Light, empresa emergente de inteligencia artificial encargada de detectar y filtrar contenido tóxico para proteger a los niños, el ciberacoso entre los menores de 10 a 18 años aumentó 70 por ciento en los primeros meses de la pandemia.