La pandemia de COVID-19 representó un reto difícil para la editorial independiente Universo de Libros pues incluso estuvo en riesgo de cerrar sus puertas después de dos años de iniciar labores, aseguró su director Antonio Campuzano.

Libros de poesía, ciencia ficción, novelas de suspenso, de amor y cuentos infantiles, son parte del catálogo impulsado por Universo de Libros, una joven casa editorial dedicada a plasmar el trabajo de diversos autores y autoras.

En el marco de la 22 Feria del Libro Infantil y Juvenil de Hidalgo que se lleva a cabo del 15 de julio al 6 de agosto en el Centro Cultural del Ferrocarril en Pachuca, este medio de comunicación platicó con Antonio Campuzano, director de la editorial, quien narró lo difícil que fue mantener el proyecto en temporada de pandemia, donde incluso estuvieron a punto de bajar la cortina.

Originarios de la Ciudad de México, la casa dedicada a impulsar el trabajo de escritoras y escritores mexicanos abrió sus puertas a finales de 2018, por lo que su año de impulso se vivió en medio del surgimiento de la pandemia de coronavirus en 2020.

Ese fue el mayor reto, mencionó Antonio, mantener la editorial con toda la crisis que implicó la pandemia; sin embargo, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes brindó apoyo y así fueron publicadas diez novelas de la casa.

“De por sí es un reto bien difícil incursionar como editorial independiente en la promoción en la lectura, ahora con el tema de la pandemia una editorial que nace en 2018 y que en 2019 empieza a despegar, pues casi nos hace bajar la cortina, afortunadamente en 2020 tuvimos un apoyo del Fondo para la Cultura y las Artes que permitió que la editorial siguiera publicando”, comentó.

Al sortear los efectos de la pandemia, la editorial logró hacerse de buena fama entre los lectores, por lo que actualmente cuenta con más de 60 obras publicadas y más de 40 títulos de autores que les solicitaron distribuir su libro.

EN PANDEMIA AUMENTÓ LA LECTURA EN MÉXICO

A consideración de Antonio Campuzano, la frecuencia de lectura en la población mexicana aumentó en pandemia debido al encierro que se vivió especialmente en el primer año, donde el libro fue una herramienta muy útil para el entretenimiento.

“Creo que afortunadamente para las editoriales se incrementó el nivel de lectura en la pandemia, porque la gente pasó más tiempo en casa y eso obligó, así como la gente ve plataformas digitales, a tomar el libro como una herramienta muy útil para todos”, puntualizó.

TRABAJO DE UNA EDITORIAL, UN PROCESO MUY BONITO

Al ser cuestionado sobre el trabajo que realiza una editorial, Antonio Campuzano lo describió como un proceso muy bonito ya que además de visualizar obras de diferentes autores, plasman también la labor de sus correctores de estilo.

“Es un proceso muy bonito, ya que recibimos el manuscrito en Word o PDF, de ahí pasa por corrección de estilo, diagramación, selección de portada, todo eso acompañado con el autor ya que se firma un contrato para que nos ceda los derechos y así poder comercializarla, para pasar con los últimos pasos que es la compra del papel y llevarla a los puntos de venta”, describió el director de Universo de Libros.

Aunado a lo anterior, la editorial ha tenido la oportunidad de revivir textos que ya no se han publicado como las novelas mexicanas de Emilio Rabasa o las poesías modernistas de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, mejor conocido como Amado Nervo.

Además, cuentan con autores de talla mundial como la inglesa Jane Austen, el francés Julio Verne; desde Turquía Ahmet Umit, o la originaria de Cuba pero radicada desde temprana edad en Estados Unidos Cecilia Samartin.

Entre sus obras, también se encuentran algunas del autor nacido en Pachuca Fernando Rivera Flores, como “El Sol de los Muertos” que publicó la casa editora, además de “Siete Cuentos Pachuqueños” y “Rico Mineral”, de las que fueron encargados de su distribución.

CASA EDITORIAL NO HACE MILLONARIOS

Otro cuestionamiento para Antonio fue la rentabilidad de su proyecto, el cual aseguró que no los hace millonarios; sin embargo, lo consideró como un negocio rentable que da para vivir de buena manera y sobre todo con una satisfacción personal de ver publicadas obras de grandes autores.

“La utilidad es muy poca, pero una vez que llegas a un punto de equilibrio es un negocio que te da lo suficiente para seguir publicando, no nos hace millonarios, el beneficio que tenemos es que los lectores se acerquen y nos tengan de referencia, esa es la verdadera riqueza”, mencionó.

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