Son un total de 18 niños, de uno a tres años de edad quienes viven con sus madres en los Centros de Reinserción Social (Cereso) de Hidalgo principalmente en las cárceles de Pachuca y Tula las cuales padecen sobrepoblación.
En el penal de la capital del estado 11 infantes viven con sus mamás, mientras que en la cárcel de Tula son tres menores de edad, al corte de noviembre de 2021.
En tanto que los demás penales donde hay menores de edad con sus madres están ubicados en Actopan, en la Huasteca, Molango y Tulancingo, detalla el informe especial de la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo (CDHEH) sobre el sistema penitenciario en la entidad.
De los 18 niños, la edad con mayor prevalencia es la de un año ya que hay ocho casos, con más incidencia de mujeres.
Además, de 2016 a la fecha ha incrementado la población femenil en los penales administrados por la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), detalla el documento.
En 2016 estaban recluidas 278 mujeres en las cárceles de Hidalgo; mientras que eran 270 reclusas durante 2017; tendencia que subió a 285 en 2018; 308 en 2019 y 317 en 2020.
Al corte de noviembre de 2021, el sistema penitenciario tiene registradas 344 mujeres privadas de su libertad en las cárceles del estado, principalmente en los Ceresos de Pachuca, Tula, Tulancingo e Ixmiquilpan.
“Las mujeres requieren de la atención en temas específicos como son la equidad de género, igualdad, la forma en cómo son tratadas y las condiciones en las que enfrentan sus procesos o compurgan sus condenas, los cuales deben atender las autoridades del Estado para permitirles un mejor ejercicio de sus derechos”, señala el estudio del organismo autónomo.