El 28 de agosto comenzó el paro de actividades de la UAEH, alumnos del Instituto de Artes (IDA) iniciaban un pliego petitorio en el que solicitaban la renuncia de la recién nombrada directora María Teresa Paulín Ríos.
Ese lunes, Paulín Ríos resultó electa al frente de la institución, de inmediato los alumnos organizaron una protesta en la entrada del campus en Real del Monte. Denunciaron malos tratos, violencia y discriminación a estudiantes.
La primera solicitud fue la destitución de la directora y la apertura de un diálogo, por la noche anunciaron un paro de 48 horas para que el rector se presentará a escuchar a los estudiantes, esto no ocurrió.
INICIA LA PROTESTA
El paro de extendió 72 horas y luego indefinidamente, a la denuncia dirigida a la directora se sumaron otros casos de violencia, acoso y abuso, por lo que el pliego petitorio incluyó varios puntos además de la destitución.
Días más tarde se unieron al paro el resto de los institutos, algunas preparatorias y escuelas superiores, la huelga se extendió dentro de la misma universidad y luego se articularon estudiantes de otras instituciones con sus propias demandas.
Algunos directores de la autónoma aceptaron la suspensión de actividades otros intentaron detenerla.
DISUADIR LA LUCHA
Los estudiantes que resguardaron las instalaciones de los campus denunciaron corte en el suministro de agua y luz y varias personas intentaron recuperar los espacios desde entradas alternas.
Cada instituto estableció su propia lista de demandas, algunas fueron mejores condiciones para estudiar, investigación de denuncias, obras pendientes y más destituciones como la del rector Octavio Castillo y el presidente del consejo estudiantil Esteban Rodríguez Dávila.
EL 19S UNIVERSITARIO
Las mesas se fueron dando una a una para regresar a las labores. El 19 de septiembre durante el intento de toma del Edificio Central, padres de familia, alumnos, personal de la UAEH y miembros del consejo estudiantil se enfrentaron con violencia.
Hubo varios heridos, este se convirtió en el punto más álgido de la protesta, los diálogos estudiantiles con el rector terminaron en su huida al menos en dos ocasiones. La universidad cerró su postura.
LA RENUNCIA
El 25 de septiembre, Paulín Ríos renunció a la dirección del instituto. Y la organización de alumnos Rebel-Arte se consolidó como la abanderada del movimiento.
Las autoridades estatales intervinieron con denuncias formales ante la procuraduría de justicia, el resultado fue la suspensión de cargo del líder estudiantil Esteban Rodríguez Dávila que fue señalado junto con otras personas por actos de violencia en pandilla; algunos estudiantes pagaron multas de 20 mil pesos por los daños ocasionados.
SIN SOLUCIÓN
Las carpetas continúan abiertas y en investigación. El gobernador Julio Menchaca manifestó su intención de mediar el conflicto, en la primera mesa que establecieron las autoridades universitarias no se presentaron.
Mientras, el IDA se mantuvo en paro indefinido, hasta que la universidad anunció la reanudación de algunas clases en un edificio alterno.
Tras varios intentos de establecer una mesa de diálogo, los estudiantes votaron en mayoría por levantar el paro el 28 de diciembre bajo consigna.