Después de dos años de laborar en la cocina del Hospital Regional de la Huasteca, en Huejutla, Doralicia Vargas Celestino recibió la notificación de que su contrato había terminado el pasado 30 de junio, ahora, con dos hijos y viuda, busca una recontratación o reacomodo para no sufrir la necesidad que le llevó a aceptar ese trabajo durante la pandemia.
Para dar sustento y continuar la educación de sus dos hijos, Doralicia, ingeniera en gestión empresarial de profesión, aceptó en junio de 2020 una vacante en la cocina del Hospital Regional de la Huasteca como parte del personal de respuesta inmediata de COVID-19.
Con muchas carencias que consistían en la falta de equipo de protección como guantes, cubrebocas y otros que, además, tuvo que poner de su bolsa, Doralicia y sus compañeros cubrieron turnos extenuantes, pero en especial para ella eran más pesados ya que le tomaba una hora llegar al centro médico desde su zona de residencia.
“Para no enfermarme tuve que comprar de mi bolsa, aparte de cubrebocas, guantes y alcohol, platos desechables, porque con el contacto directo en los platos del hospital era más fácil que nos enfermáramos, entonces tomamos esa decisión para estar protegidas, sin importar el gasto compramos varias cosas”, señaló Doralicia en entrevista con AM Hidalgo.
Lamentablemente para la mujer oriunda de Atlapexco, ella formó parte de los más de 200 despidos del 30 de junio cuando terminaron los contratos temporales del sector salud, por lo que acudió al Congreso local el pasado martes para buscar su recontratación junto con algunos compañeros de su mismo hospital.
“Fue mucha la necesidad que tenía para exponerme así y también a mis hijos por un sueldo tan precario, era injusto; sin embargo, lo tomé, soy viuda, mi hijo estaba en la universidad, mi hija en la secundaria, entonces tenía que hacer algo para darles sustento y continuar con su educación”, comentó.
Con el coronavirus, Vargas Celestino tampoco la pasó bien, ya que en enero del presente año enfermó, no obstante, contaba con su cuadro de vacunación completo y con ayuda de medicamentos logró sobrellevar el padecimiento, pero comentó que su hermano falleció por la enfermedad en agosto de 2020, apenas unos meses después que ella entró a trabajar.
“En agosto de 2020 perdí un hermano por el virus, cuando me enfermé de COVID-19 lo único que me hicieron fue la prueba, afortunadamente ya fue cuando estaba vacunada y me fui de incapacidad, no había medicamentos ni tratamiento, todo fue costeado de mi bolsa”, declaró.
Ahora, Dora, como es conocida de cariño entre sus compañeros, lucha por su recontratación. Actualmente no vive una situación económica favorable, con un semblante triste comentó que su hijo consiguió trabajo y la ayuda con lo poco que puede en la casa, pero espera pronto tener un empleo estable para solventar los gastos del hogar.
PROTESTA DESATA DEBATE EN EL CONGRESO
La protesta en el pleno del Congreso local por parte de personal de salud que fue despedido recientemente en Hidalgo provocó un debate entre diputados y diputadas morenistas y priistas donde mencionaron cifras y lanzaron acusaciones.
“Fueron contratos temporales”, explicó el diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Roberto Rico Ruiz, ante el reclamo de la legisladora de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) Vanessa Escalante Arroyo por el despido que consideró injustificado de personal de salud que laboraba en centros médicos hasta junio del presente año.
Durante la sesión del Poder Legislativo del pasado martes se desarrolló un debate entre legisladores priistas y morenistas que fue enmarcado por la protesta de aproximadamente 50 médicos, en representación de los más de 200 que fueron despedidos de diversos centros de salud hace algunos días.
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