Como lo hacen cada 2 de noviembre, vecinos de Huazalingo acudieron desde temprana hora al panteón municipal para ofrendar en las tumbas de sus santos difuntos y allí pasar parte del día degustando con quienes ya partieron al mundo del Mictlán.
En esta visita al camposanto comunitario hubo música en algunas tumbas y la participación de cuadrillas de disfrazados que al son del Huarache y la Guajolota alegraron el corazón de mucha gente que sabe que la celebración del Xantolo es de mucha alegría y convivencia, para recordar a los seres queridos que ya se fueron.
Para esta ocasión y como ya es una costumbre, las tumbas de este panteón comunitario fueron adornadas con los tradicionales arcos xantoleros con palmilla comedor, flor de cempoalxochitl y mano de león, además de limas, naranjas y mandarinas que cortaron de algunos huertos particulares de esta zona serrana.
La visita al panteón local se realiza el 2 de noviembre de cada año, comentó María Marcos, vecina del lugar, quien declaró “les dan permiso de regresar para que convivan con sus seres queridos que aún se encuentran en este mundo terrenal”.
Dijo además que en esta zona de la Sierra Alta de Hidalgo la muerte de un pariente o un amigo se llora, pero también se despide con música y danzas tradicionales para ayudarlo a trascender al reino del Mictlán, donde podrán reencontrarse con sus seres queridos para seguir caminando por el sendero de la eternidad.
María Marcos reconoció que como sucede cada 2 de noviembre la gente pasa muchas horas en las tumbas de sus familiares conviviendo y algunos ingiriendo cerveza o vino.
Algunas familias y personas que llegaron solas al lugar, seguramente se irán cuando el sol este por ocultarse, concluyó.