León, Guanajuato.- Trabajar en tianguis, vender chocomilk y pasteles, incluso tomar de los ahorros, fue como algunos de los extrabajadores de Gissing sobrevivieron ante la falta de ingresos, durante el mes y medio que esperaron su finiquito.
Hoy acudió el segundo grupo al Centro de Conciliación Laboral en León, convocado por el Sindicato de Trabajadores de la Industria Metal Mecánica (Stimm), para firmar el acuerdo y recibir su cheque de liquidación.
Este proceso comenzó el lunes y terminará el jueves, es ese lapso atenderán a los 918 colaboradores que decidieron aceptar el 70% del pago.
Gissing León: Vende chocomilk y pasteles
Durante un mes, Adriana Zaragoza estuvo vendiendo chocomilk y rebanadas de pastel afuera de su casa. Fue una opción para obtener ingresos en tanto le pagaban su retiro de la compañía Gissing.
En la firma trabajó como operadora durante dos años, su sueldo en la planta era de mil 600 pesos semanales; en su puesto de malteadas ganaba en promedio 700 pesos semanales.
Su pareja no trabaja, con el sueldo que Adriana recibía alimentaba a los tres hijos que tienen en común. Esta semana ya no pudo darle seguimiento a su negocio, porque las deudas agotaron la ganancia.
La expectativa que tiene Adriana es recibir un promedio de 28 mil pesos de pago, lo que le permitirá desahogarse de las deudas pendientes.
Gissing León: En casa son 4 sin empleo
María González junto con su esposo, hija y yerno se quedaron sin empleo con el cierre de Gissing. “Lo vivimos mal, nos gastamos el guardadito”, reconoció.
En este mes y medio la familia gastó sus ahorros de 10 mil pesos, en tanto les resolvían el pago del finiquito.
María trabajó en un tianguis, ayudándole a una señora que tiene un puesto de ropa de segunda mano, trabajo por el que cobra 160 pesos al día.
De su finiquito espera recibir al menos 30 mil pesos, por el año y medio que estuvo trabajando como operadora.
Su esposo en este tiempo ha estado haciendo arreglos en la casa, con un material que ya tenían, no está trabajando.
Señaló que lo que les ayudó es su disciplina para ahorrar, para tener una bolsa de emergencia, como lo fue quedarse de un día para otro sin empleo.
Gissing León: Cambia de sector
Con un bebé de un año, Selene Guadalupe López González expuso que quedarse sin empleo fue desesperante, por la necesidad de comprar leche y pañales semanalmente.
Esta urgencia la hizo buscar empleo de forma temporal en una fábrica de calzado como adornadora, dos semanas después de quedar desempleada.
Explicó que los horarios que tenía en Gissing no se comparan con la dinámica que actualmente vive, anteriormente trabajaba cuatro días y descansaba cuatro, horario que le permitía cuidar a su bebé. Una situación diferente que vive en el calzado, en donde solo descansa un día.
Selene trabajó por más de un año, en la empresa automotriz su expectativa es recibir al menos 30 mil pesos, cifra que considera justa.
Gissing León: Aprovecha embarazo
Cuando Blanca Fabiola Armendáriz fue notificada que se quedó sin empleo, tenía una semana de incapacidad por el embarazo de su tercer hijo, todo el proceso lo vivió desde casa.
Tenía un año y medio trabajando en la empresa, su nuevo estatus de desempleo y con un bebé recién nacido le complica ubicarse en un empleo en el que rolan turnos, situación que le cierra opciones.
Reconoció que este año será complicado que le den trabajo, su esposo cuenta con empleo aunque el sueldo de una sola persona no alcanza.
La expectativa que tiene del finiquito es recibir de 20 a 38 mil pesos, este es el cálculo de su sueldo diario de 290 pesos.
“Es mejor cerrar el año con algo, si no acepto es peor porque ya vienen los Reyes; es mejor pájaro en mano”, reflexionó.
AM