León, Guanajuato.- Pese a que los mexicanos se interesan en la electromovilidad, casi la mitad prefiere comprar un vehículo con
motor de gasolina, según una encuesta de Deloitte.
Datos de la consultora señalan que en las preferencias de compra, de acuerdo al tipo de motor, de tener las posibilidades de adquirir un vehículo, 49 % buscaría que fuera de combustión interna.
En contraste, 11 % preferiría uno totalmente eléctrico, expone Deloitte.
Daniel Hernández, director del Clúster Automotriz de Querétaro, dijo que la mayor limitante para pensar en adquirir un auto eléctrico es la poca infraestructura de carga en el País, pues hay percepción de que no existen lugares dónde cargar, sobre
todo lugares públicos.
Las personas que deciden tener un vehículo eléctrico deben montar su propia infraestructura de carga en casa para asegurar el movimiento de la unidad, añadió.
La gente sigue viendo, por esta limitante, que los vehículos eléctricos terminan siendo vehículos de ciudad, no se pueden usar en trayectos largos porque no hay infraestructura en las carreteras, son elementos que llevan al usuario a inclinarse por una plataforma de combustión interna”, detalló Hernández.
Por otro lado, en la gama de vehículos eléctricos existe poca disponibilidad y accesibilidad, pues tienen precios mayores comparados con los de motor a gasolina, dijo.
Aunque dijo que cada vez existen más marcas, sobre todo asiáticas, que ofrecen unidades a precios menores.
Se espera que para 2030 de todos los vehículos que se vendan en el mundo, 30% podrían ser sólo eléctricos, informó.
La posible eliminación de las unidades de motor a gasolina podría ser entre 2050 y 2060 a nivel internacional, aunque advirtió que cada país tendrá su propia transición de acuerdo con sus niveles económicos, por ejemplo, las naciones africanas podrían tardar más.
Actualmente en el mundo los consumidores de automóviles cada vez más están interesados por las unidades eléctricas.
Los consumidores de todo el mundo impulsan un cambio hacia los vehículos eléctricos, de modo que la presión para innovar crece día con día”, según Deloitte.
SM