León, Guanajuato.- Con una misa de cenizas fue despedido el empresario leonés David Cashat Padilla, hoy por la tarde en el templo Expiatorio.
Antes de que diera inicio la celebración eucarística se formó una fila para dar el pésame a la esposa y al hijo del director de Grupo Coqueta.
El templo Expiatorio estuvo lleno, un coro de 15 voces acompañó la ceremonia para orar por su eterno descanso.
El padre Miguel Agustin Elizalde dijo a los asistentes que los recibía en éste momento de dolor, para recordarlo.
No hay palabras para expresar el dolor de esta pérdida, la esperanza es lo único que nos puede dar paz. Aunque estemos tristes, el amor no termina con la muerte”, dijo.
Señaló qué David fue un ejemplo y supo vivir una vida plena como esposo, hijo y padre.
Añadió que a pesar de ser doloroso, hay que seguir al encuentro con Dios en la eternidad, y su tiempo se había cumplido,
Veo esta iglesia llena y eso significa que algo encontraron de amor en él, para dar testimonio de ser un hombre caritativo”.
El Padre Miguel Agustin habló del empresario como un hombre sencillo y con un espíritu de servicio.
“La vida trata de amar a nuestros hermanos, a mí me dio ese ejemplo, de ser un hombre de fe”, expresó.
Durante la homilía, dijo que las buenas obras que hizo le esperan en una habitación en el cielo, para gozarlas en la eternidad.
Y llamó a hacer más quien tenga más. “Los hombres grandes nos dejan un gran ejemplo”.
La mejor manera de honrar la vida de David Cashat es seguir su ejemplo para alcanzar la plenitud a la que el Señor nos llama, agregó el padre.
En el cierre de la misa los hijos del empresario dieron un mensaje de despedida.
Papá, no sé por dónde empezar para expresar todo lo que eras para mí, siempre fuiste mi refugio en la oscuridad”, dijo uno de ellos.
“Dejaste una huella de valor, que me ayudará a seguir en mi camino. Te agradezco todos los regaños y castigos, todos esos momentos moldearon en gran parte mi forma de ser.
“Te voy a extrañar, pero sé que puedo encontrar en la sierra, con el contacto de la naturaleza, con mi mamá y mis hermanos.
“No existen calificativos para describir a una persona tan maravillosa, ayer tuve la dicha de despedirme de ti. Toda tu vida te dedicaste a alimentar el alma, con sencillez y pasión por la vida.
“Encontraste la felicidad en las cosas más simples, siempre cerca de nosotros, tu familia, todos los que tuvimos el privilegio de conocerte, quedamos marcados de alguna forma, porque siempre viviste para los demás”.
AM