León, Guanajuato.- La nobleza es la característica con la que será recordado por su familia el empresario Daniel Tavarez Romero, quién falleció el miércoles por complicaciones de salud. Tenía 58 años y estaba por festejar su cumpleaños número 59 el 25 de septiembre. (1964-2023)
Su hijo Daniel detalló que a su papá le gustaba ayudar a los demás, a través de asociaciones. También veía por sus colaboradores, su empresa no era solo eso, era también una familia.
Siempre lo voy a recordar como una persona con un corazón gigante, que ponía primero a su familia y sus amigos”.
Daniel Tavarez Romero se casó en 1991 con Ana Ortega, ellos se conocieron en la universidad. Su hijo Daniel, comentó que en esa época su papá era muy fiestero; en contraste con su mamá, que estaba más enfocada a la biblioteca y el laboratorio, en su formación de Química Farmacobióloga. Ambos estudiaron en la Universidad de Guanajuato.
De su matrimonio de más de 30 años, formaron una familia con tres hijos; Daniela, Daniel y Carmen.
La familia se amplió con la llegada de dos de sus nietos: Ana Lucía y Marcelo, quienes eran su adoración, comentó Daniel. Como abuelo, era entregado, les dedicaba todo el tiempo posible.
Sus aficiones: la pesca y los autos antiguos
Entre las aficiones del empresario estaban la pesca y los autos antiguos. Su hijo detalló que su papá era un apasionado por la perfección de los coches, le gustaban las camionetas de las que formó una colección de Chevrolet, Las Apache, una Ford del año 1956 que armó desde cero.
También practicaba la pesca deportiva, por lo que su hijo recordó que desde pequeño lo llevaba a pescar en sitios como Nayarit y Querétaro, deporte que practicaron juntos.
Lo despiden, con amor
Con aplausos fue recibido Daniel Tavarez Romero, en su camino de la sala donde fue velado, a la capilla en la que celebraron su misa de cuerpo presente.
Sus trabajadores formaron una custodia por el pasillo central de la capilla, con una rosa blanca que fueron colocando sobre el ataúd en su camino al altar.
El ferretero estuvo con guardia en todo momento por su familia durante el servicio religioso que estuvo a cargo del Padre José Felipe Hernández Luviano.
El sacerdote destacó que lo que no se conoce, no se ama y la muerte no debe acabar con el amor. El amor es más fuerte que la muerte y la fe nos salva.
La muerte, dijo, tiene un sentido positivo para el cristiano, eso positivo comienza creyendo que se puede contar con Dios para ser escuchados con la confianza de que va a resucitar.
Detalló que cuando en la tierra se pierde a un ser querido, se gana a alguien que interceda por nosotros.
El sacerdote recordó qué visitó a Daniel Tavarez en el hospital, para llevarle la unción y en ese momento tenía una conciencia del bien y de la fe.
“No te quedes pensando en tu hermano muerto, hay algo más fuerte que la muerte y es el amor”.
Refirió que en vida, los defectos de las personas salen y las virtudes se callan, esto es lo peor, cuándo se muere una persona afloran las virtudes. Ya para qué, dijo, es en vida cuando se deben destacar.
Debemos quedarnos con esto último, para Dios todos vivimos”.
Al término de la misa, su hija Daniela agradeció a los asistentes a nombre de su familia por su apoyo.
“Mi papá tocó a cada persona que conoció, nos quedamos con un dolor profundo en el alma, pero contentos porque no tenemos nada que reprocharle, tenemos solo agradecimiento y amor”.
A la misa acudió la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez; Froylán Salas Navarro, subsecretario para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa; los empresarios Alfredo Padilla Villalpando, Luis Gerardo González García, David Novoa Toscano, Fabián Collado y Alejandro Gutiérrez de Velazco, director de Poliforum.
El empresario fue despedido con aplausos hasta la carroza para ser trasladado al sitio donde se hará el servicio de cremación.
DAR