Irapuato.- En honor a su esposo que en 2020 falleció a causa de la enfermedad COVID-19 y a petición de sus nietos, María Guadalupe Muñoz Rodríguez acudió a vacunarse con su dosis de refuerzo.
Fue en el Centro Impulso Benito Juárez donde la irapuatense de 62 años obtuvo su tercer vacuna, junto a varios adultos mayores y jóvenes que buscaban dosis de AstraZeneca y Sputnik V.
Contó que la COVID-19 causó un daño muy grande en su familia, pues su esposo se enfermó mientras se encontraba en Veracruz para acudir al velorio de su mamá, y tras luchar con la enfermedad por 15 días, falleció.
No estaba con nosotros, su mamá falleció por cuestión de cáncer, él se fue a Veracruz donde la pandemia estaba al 100%, él se cuidó mucho y en la primera salida tuvo el contagio y falleció a los 15 días, se cuidó pero no tuvo la atención de oxígeno”, indicó.
Tras esta situación, la familia también tomó medidas sanitarias y se aislaron, pues entendieron la gravedad de la pandemia y fue hasta que inició la vacunación que retomaron sus actividades.
La irapuatense contó que otro de los grandes motivos que la impulsó a vacunarse fue la petición de sus nietos, que a su corta edad, entienden la importancia de estar protegidos contra la COVID-19, tanto con la vacuna como con las medidas sanitarias.
A nuestra edad nos tenemos que cuidar para nuestros hijos, nuestros nietos, como abuelas tenemos mucho contacto con los niños, también tenemos que enseñarles que las vacunas son importantes para que si nos llegamos a enfermar, no sea tan grave”, enfatizó.
María Guadalupe se dijo consciente de que aún existen grandes riesgos de contagio, pero piensa que con esta tercera dosis podrá mantener su salud y en caso de llegar a enfermar, el impacto sería menor.
Creo que la vacuna es algo muy grande para poder llegar a lo mejor no a la normalidad de antes, pero si a una normalidad donde nos tenemos que cuidar, cuidarnos a nosotros es cuidar también a la gente que está alrededor”, puntualizó.