Desde que inició el Viacrucis Viviente del Templo de la Divina Providencia, en Irapuato, Ángel de Dios, migrante hondureño que desde hace un año radica en la ciudad, acompañó el recorrido, movido por la devoción que tiene hacia Dios.
Para el joven no ha sido fácil salir de su país y dejar a sus dos hijos, que actualmente viven con la madre de Ángel en su ciudad natal, sin embargo ha buscado la forma de seguir en contacto para darles una mejor vida.
Ángel de Dios transmitió en sus redes sociales este viacrucis, señalando su devoción y realizando algunas rimas, pues su sueño es convertirse en cantante y predicar la palabra de Dios.
Su caminar lo hizo con entusiasmo, pues esta representación religiosa era nueva para él, ya que en su ciudad no se lleva a cabo y desde que llegó a Irapuato, no había tenido oportunidad de conocer este tipo de actividades.
Soy cristiano, le he entregado mi vida a Dios, hace un año le pedí que me ayudara, que me diera la oportunidad porque estaba perdido en el mundo, en la vida, en la droga y el alcohol, me vine de mi país”, refirió.
Contó que hace aproximadamente ocho años su esposa fue asesinada en Honduras, país que ha sido manchado por la violencia y por malos gobiernos, motivos que han obligado a su gente a salir para encontrar mejores oportunidades de vida.
El joven hondureño indicó que a través de la palabra de Dios, se pueden dejar atrás las injusticias, la violencia y la corrupción, por lo que invitó a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes, a acercarse a la religión para sanar a la sociedad.
Dios me habló, por eso vine a ver este viacrucis, a ver la realidad de Dios, a darle ejemplo a los jóvenes, a las jovencitas, vemos en las redes sociales cómo se están destruyendo vidas, piensan que Dios no está vivo, pero en estas representaciones vemos que sí”, enfatizó.
Ángel de Dios dijo haber sentido un impacto muy grande en su vida y espera poder continuar en México, ya que su meta es quedarse en este país para cumplir sus sueños y seguir apoyando a sus hijos.
MGL