Irapuato, Guanajuato.- Luego de que se encontraran fosas clandestinas dentro de la mancha urbana de Irapuato, el Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, lamentó que se sigan dando estos hallazgos, así como también el brindarles ayuda a las personas que buscan a un familiar.
Tras una reunión con personas de colectivos de personas desaparecidas, monseñor, mencionó que cualquier persona desaparecida o muerta es una persona o ser querido que es cercano a la iglesia, así como tampoco dejarse llevar que cuando a alguien se le quita la vida se etiqueta como culpable.
“Yo creo que es una persona que estimamos, amamos, es hermano, padre, hermano, hermana de alguien de nosotros y tenemos que reconocerlo”, dijo.
El obispo señaló que el hallazgo de la fosa clandestina en Irapuato es como si estuviéramos a merced del crimen organizado, así como también queda la inquietud de cuántos desaparecidos más hay en las ciudades que pertenecen a la diócesis.
Esto luego de que este viernes se encontraran en Irapuato varias fosas clandestinas dentro de un predio cerca del Fraccionamiento Santa Fe donde hasta la tarde del domingo 30 de octubre se habían sacado 41 paquetes con partes de cuerpos de personas.
GT