Irapuato, Guanajuato.- “Tu papito se fue al cielo, ahora te va a cuidar desde el cielo”, fueron las palabras que Mauricio recibió de uno de sus familiares al estar de frente al cuerpo de su padre, Rosendo Salgado, quien falleció al protegerlo cuando se desplomó el elevador en el que iban en la Clínica Hospital Vida, en Irapuato.
Con lágrimas en los ojos, Mauricio, de 22 años, acudió en camilla y con ayuda de paramédicos, ya que también resultó lesionado tras caerse el elevador, al funeral de su padre para darle su último adiós.
La tarde de este sábado, Mauricio, quien padece Síndrome de Down y resultó gravemente lesionado tras el colapso de un elevador de la Clínica Hospital Vida, fue informado acerca del fallecimiento de su padre a causa de las delicadas lesiones que sufrió en el accidente.
Poco después del mediodía, Mauricio salió en camilla del hospital en donde se encontraba y a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja llegó hasta las instalaciones de la Casa Funeraria “Nueva Vida”.
En este lugar ya se encontraban reunidos varios familiares y conocidos para despedir a Rosendo Salgado Reyes, padre del joven que falleció en el accidente de elevador.
Al entrar a la sala de velación y ver a su padre recostado en el ataúd, Mauricio rompió en llanto.
¡Mi papito! ¡mi papito me cargó! ¡Papito, llévame a mí también! ¡Llévame contigo, papá!”, sollozaba Mauricio
“El niño dice que su papito lo protegió, que lo cargó y lo cuidó, si no, sabe Dios qué más le hubiera pasado a mi sobrino”, decía entre llanto una de las familiares de las víctimas del accidente en elevador.
Sus lágrimas se contagiaron al resto de familiares que con dolor en sus pechos lo acompañaron a Mauricio en una oración que él mismo dirigió, para después cantar “Hermoso Cariño” en memoria de su padre.
Esto no se va a quedar así, si es posible vamos a ir con el Gobernador del Estado, para que esto no quede impune”, mencionó el tío de Mauricio, molesto y con los ojos húmedos.
Cuando el tío fue cuestionado acerca de si habían recibido algún tipo de respuesta por parte del personal de la Clínica Hospital Vida, contestó: “nos hablaron, una mujer llamada Mónica, no quiso dar su apellido. Aparentemente quiere pactar con mi cuñada, no quiere la compañía de nadie, nada más quieren hablar con ella y le quieren lavar el cerebro, pero no lo vamos a permitir”.
MCMH