Irapuato.- El presidente de la red estatal de los Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB), Nicolás Pérez Ponce, evidenció que es muy difícil y casi complicado que los 450 centros de rehabilitación que operan en Guanajuato logren la certificación ante la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), porque piden muchos requisitos, fincas muy grandes y áreas muy completas.
“Nos piden una serie de requisitos que son muy fuertes. Es muy complicado lo que tienes que tener. Los que hacemos el trabajo más pesado somos los centros de rehabilitación que somos más vulnerables, que carecemos de recursos, de atención de estas instituciones. Ellos certifican aquellos centros que tienen unas fincas grandísimas, con áreas muy muy grandes”, justificó.
Dijo que el sector Salud les nombra regularizados a los centros de rehabilitación que ya están certificados ante la Conadic.
Precisó que no son ocho sino 13 centros con esa certificación en Guanajuato y que no son 360 los que están operando en la entidad, un promedio de 450, tan solo en Irapuato son 170 anexos.
“Nosotros aunque no quiera el paciente internarse, nosotros a fuerza lo internamos, por la inseguridad que corren la familia, los vecinos. Por la inseguridad que corre la ciudadanía, porque anda mal el chavo”, manifestó.
CRUB pide ayuda a Gobierno del Estado
El líder del CRUB comentó que desde que iniciaron los primeros ataques a los anexos en el Estado, ellos comenzaron a tocar puertas y a pedir ayuda al Gobierno, incluso tuvieron que realizar movilizaciones y manifestaciones.
“Empezamos a exigir seguridad para los centros de rehabilitación porque se estaba viniendo una ola de violencia externa. Iban y atacaban a los centros de rehabilitación. Y en una investigación nuestra, nos empezamos a percatar que había anexos muy jóvenes, que tenían un año y dos años y no estaban capacitados para brindar una atención”, ventiló.
Pérez Ponce indicó que de un 100 % de los centros de rehabilitación que están operando actualmente en Guanajuato, el 40 por ciento no traen la capacitación ni el profesionalismo para su funcionamiento.
“Eso lo sabe el Gobierno del Estado, nomás que desafortunadamente muchas cosas ellos no se quieren adentrar. Hace poco nosotros tuvimos una reunión con Fiscalía, ante esta situación; en lo que va del mes ha habido tres muertos por golpes (en anexos). Fue en Abasolo, fue en Salamanca y en Silao hace 15 días”, reveló.
El presidente de los Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío dijo que le siguen exigiendo a los gobiernos estatal y municipal el apoyo de seguridad para los centros, pero no han recibido la ayuda totalmente.
“Cuando nosotros nos dimos cuenta de la proliferación, que en cada esquina había un centro de rehabilitación, empezamos a notar que los estaban abriendo con otros fines, mandar a los chavos a robar, de esconder gente, como casas de seguridad, para la venta de drogas, por eso nosotros no hicimos abiertamente la denuncia, nosotros empezamos a pedir operativos, para que ellos se dieran cuenta a través de los operativos que estaban operando así”, acentuó.
Pérez Ponce evidenció que algunos centros de rehabilitación siguen operando así, de manera clandestina y como casas de seguridad.
“En el municipio de Guanajuato traemos dos detectados, uno donde hay violaciones a los menores de edad, el director está denunciado, violaciones sexuales y otro con venta de droga; y aún así siguen trabajando”, aseguró.
Evidenció que estos malos anexo siguen operando sin ningún problema, porque poco le interesa el tema al Gobierno del Estado.
“Porque poco le interesa al Gobierno del Estado, poco le interesa. Gobierno del Estado tiene miedo que esto se le salga más de control todavía, y más se va a salir. Si los que estamos empadronados a Secretaría de Salud cuando no hay una atención hacia las personas que están sirviendo en estos lugares, se les sale de control. Imagínate los que no tienen ubicados; ya lo hemos venido diciendo desde hace cuatro años, esto se está empeorando”, manifestó.
Y agregó que más complicado se va a poner la entidad con la entrada del fentanilo en el consumo de drogas entre los jóvenes.
AM