Señala el Obispo Enrique Díaz Díaz que el verdadero reto es que ya no sigan ocurriendo desapariciones de menores

Irapuato, Guanajuato.- Lo que se haga para ayudar a las familias de personas desaparecidas nunca va a ser suficiente, pues la ausencia de ellos causa un dolor muy grande, mencionó Enrique Díaz Díaz, Obispo de la Diócesis de Irapuato.

Yo creo que nunca va a ser suficiente lo que hagamos entre todos, a mí me consta de algunos niños que son hijos de padres que son asesinados y que se ha buscado dar atención psicológica y que ha habido coordinación entre escuelas y algunas instituciones y que se ha dado atención”, dijo.

El religioso señaló que aunque se hacen estos trabajos no son suficientes, puesto que quedan muchas personas desaparecidas entre los que se encuentran niños.

Sin embargo, el verdadero reto no solo es encontrar a los que no están, sino que ya no sigan ocurriendo las desapariciones de menores.

“Que no sigan desapareciendo personas. Es una tristeza muy grande cuando descubren fosas con tantas personas desaparecidas y que después no se puede responder ni dar un nombre a esas personas que van apareciendo. Ojalá que logremos superar esta situación de violencia, de inseguridad para poder vivir en paz”, agregó.

Expresó que se están haciendo muchos trabajos para buscar la paz, pero cada una de las personas se tienen que sumar para apoyar y acabar con la problemática.

AM realizó un conteo de enero al 30 de mayo de las fichas de Alerta Amber de niños, niñas y adolescentes desaparecidos, dando un total de 48, de los cuales 42 han sido localizados, sin embargo, miembros de colectivos de personas desaparecidas piden a las autoridades el darle un seguimiento a los casos.

Pues se desconoce si los menores siguen siendo víctimas de algún tipo de abuso o violencia y también cómo fue que vivieron el tema de la desaparición y si esta les trajo secuelas.

AM

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