Irapuato, Guanajuato.- Una profesora de preescolar en Irapuato decidió despedir de manera memorable a sus alumnos y alumnas con los que convivió durante tres años y plasmó en un vestido los dibujos que ellos le regalaron.

“Desde que inicié, en 2015, nunca había tenido un grupo por tanto tiempo, tuve la fortuna de tenerlo por los tres ciclos”, contó a AM Claudia Ivethe Ramírez Herrera, quien trabaja en el preescolar Pedro Moreno de la comunidad Trinidad de Temascatío.

“Como se atravesó la pandemia nos dejaron el mismo grupo para retomar aprendizajes, entonces les agarré gran cariño, tanto a los niños como a sus mamás”.

Contó que hace tiempo vio en redes sociales la idea del vestido, en una publicación de otro país y, desde entonces, pensó en ir guardando los dibujos que sus 34 niños le regalaban para después usarlos como estampado.

Usa como estampado los dibujos de sus 34 alumnos

La profesora contó que siempre busca crear un ambiente de confianza y manejar todo el aprendizaje con estrategias de juego, que sea vivencial.

Por ello, hizo imprimir la tela del vestido mediante un proceso conocido como sublimación, que usa altas temperaturas para fijar el color en el textil.

Tanto para ella como para el impresor, Raymundo Chávez, fue toda una aventura.

Yo le platiqué de la idea, le mandé la imagen de internet que encontré y él se sorprendió mucho, aunque me dijo que él nunca había hecho un trabajo así, le llamaba mucho la atención por la idea que yo tenía. Me dijo ‘vamos a aventarnos’”.

Se necesitaba un tipo de tela especial, poliéster, y que fuera en color blanco, que los dibujos fueran muy legibles, para que no perdieran calidad al momento de escanearlos y luego imprimirlos en el vestido.

Aunque él prometió entregarlo una semana antes, surgieron complicaciones que hicieron que el mismo día de la ceremonia, el lunes pasado, ella lo recibiera finalmente, con mil disculpas del impresor.

“Dijo que no había medido el trabajo que era, porque algunos dibujos al momento de escanearlos, perdían su calidad, entonces tenía que meterlos a un programa que los vectorizaba y así estuvieran mejor en el vestido”.

Y él no quería que su empresa, Immagina Sublimación R & L, entregara un trabajo mal hecho, por lo que tardó mucho editándolos.

Al hecho se sumó que Claudia tuvo una cirugía la semana pasada, por lo cual temía incluso no poder asistir a la clausura. Por eso tampoco podía ir a revisar el avance del vestido. Fue muy estresante, confiesa.

Vestido en el que la maestra plasmó los dibujos de sus alumnos para recordarlos siempre. Foto: Cortesía.

Emociona vestido a niños y mamás

Cuando finalmente se lo vio puesto “Me emocioné mucho. Mi esposo, también, encantado”.

A los niños no les había dicho muy bien, pero ese día, todos buscaban su dibujo, las mamás diciendo ‘aquí está el dibujo de mi niño’. Todas estaban muy emocionadas, también las compañeras”.

En su discurso de graduación, Claudia explicó que quizá algunas personas podían extrañarse, “esa persona con el vestido todo rayado, por su hijo, no sé, pero este vestido tiene un valor muy especial para mí: es el proyecto que les comenté en un inicio”.

Hasta entonces pudo lucir el estampado, ya que por su cirugía había estado sentada y todos, dijo, terminaron llorando.

A los maestros y maestras los exhortó a no perder la ilusión por llegar al aula, “no sabemos cuántas dificultades han pasado -los alumnos- en casa y tal vez el momento que tenemos con ellos es tan único que es su salvación”, concluyó.

DAR

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