Irapuato, Guanajuato.- Tras la ejecución de dos elementos de Tránsito Municipal el pasado domingo en Irapuato, entre 20 a 25 tránsitos pararon labores por algunas horas ante la falta de garantías para desarrollar su trabajo. 

Hasta el martes por la tarde, dos elementos ya habían presentado su baja de la corporación. 

Lo anterior lo dio a conocer personal interno de la propia Secretaría de Seguridad Ciudadana, quien pidió el anonimato por temor a represalias de parte de los mandos, y aseguran que estos 20 a 25 elementos presentaron su renuncia, pero la Secretaría aún no se las acepta. 

Se solicitó a la Dirección de Comunicación Social de la Secretaría de Seguridad Ciudadana el dato real de elementos de Tránsito Municipal que han presentado su baja de la corporación después de los hechos del domingo, y solo se contestó de parte de la titular del área: “No tenemos ninguna”. 

“Había entre 20 y 25 tránsitos del turno que no salieron a laborar el lunes y el martes por temor y por falta de garantías, pero los estaban convenciendo de la propia Dirección de Tránsito de no renunciar y continuar con su trabajo, pero no salieron esos días, les dieron chance. Después supimos que salieron pero más tarde. 

“Sé que oficialmente ya presentaron su baja dos elementos y los demás lo están pensando, no los dejan irse. La gran mayoría de los que quieren irse son contratados como administrativos y/o de nuevo ingreso y no les conviene quedarse, no después de lo que sucedió”, refirió el denunciante. 

 

Trabajan en desventaja

 

Los elementos que hicieron el paro son algunos contratados como “administrativos”.

Este personal, según las fuentes internas, son contratados para realizar el mismo trabajo que los que ya tienen años dentro de la corporación. Sin embargo, no cuentan con las capacitaciones adecuadas, son contratados por un salario menor a lo que según se oferta y nunca están armados, aunque realicen las mismas funciones de un agente operativo.

Esto es levantar infracciones, participar en operativos en conjunto con la Policía y realizar base en algunos puntos de la ciudad, lo que representa un riesgo latente para ellos.

Fue lo que ocurrió con Claudia Karina García Alonso, la elemento que tenía siete años en la dirección. Contratada como “administrativa” y realizando funciones viales, ella se encontraba en una base irregular e improvisada junto a su compañero Antonio Torres cuando fueron ejecutados a sangre fría. Ella no llevaba arma, su compañero sí.

“Yo sabía que el domingo había 20 elementos que querían renunciar, para el lunes ya eran como 30, pero los estaban convenciendo de no hacerlo. 

“Esto lo hacían porque el riesgo para ellos es mayor, no tienen las mismas condiciones y prestaciones laborales y no portan armas para poder defenderse. Además, su seguro de vida no se compara con el seguro de vida de un elemento que ya tiene más años en la corporación, es mucho menor”, dijo un elemento vial. 

 

No salen por miedo

 

El domingo, después de los hechos, los agentes viales se resguardaron en las instalaciones del Cereso y decidieron no salir. No fue una orden de algún mando, fue decisión de ellos propios ante el temor, la impotencia y el coraje. 

Durante la noche se sumaron elementos de la Policía Municipal a no patrullar, hubo menos elementos de lo acostumbrado y quienes apoyaron en la vigilancia y los diferentes rondines en la ciudad fueron los elementos de la Guardía Nacional y del Ejército Mexicano.

El paro de los elementos de no salir a trabajar, operativamente hablando, fue durante el lunes y martes al menos hasta después de las 2 de la tarde, al no existir garantías suficientes para el trabajo; además se sienten desprotegidos y sin apoyo de sus mandos.

Pero lo que causó más indignación entre los elementos viales, quienes pidieron el anonimato, fueron los comentarios hirientes de un alto mando que puso en tela de juicio el honor de los compañeros caídos, al comentar “…en qué habrán estado metidos…” y exigiendo a los elementos regresar a las calles a las horas del ataque y ante la grave amenaza que recibieron todas las corporaciones de parte de la delincuencia organizada. 

“Estamos amenazados y salen los mandos a decirnos que teníamos que regresar a trabajar, y lo entendemos porque es nuestro trabajo, pero nos deben de brindar apoyo. Hay compañeros que no llevan armas, hay bases que no son bases y nos tienen ahí de planta exponiéndonos como trofeos y, repito, ‘sin armas’; nosotros no tenemos la misma capacitación que un policía”, comentó. 

Se supo que durante el lunes y el martes, algunos elementos de Tránsito que decidieron salir a trabajar por la mañana, eran acompañados o escoltados por elementos de la Policía Municipal para garantizar su trabajo, pero la operatividad fue mínima, por la noche fue casi nula ante el temor de otra agresión. 

Los tránsito Antonio Torres y Claudia García fueron asesinados el domingo pasado en una base improvisada, en la salida a León. Foto: Staff AM.

Poco a poco se ha ido restableciendo la operatividad de tránsitos en las calles.

LALC

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *