Irapuato, Guanajuato.- Aunque las manifestaciones en la lucha por la dignidad de las mujeres son positivas, se desvirtúan cuando se recurre a actos violentos, mencionó Enrique Díaz Díaz, obispo de la Diócesis de Irapuato

“Desgraciadamente sí, la violencia genera violencia. Vi en las diferentes noticias nacionales y locales que en general quienes se manifiestan buscan hacer más conciencia en la dignidad de la mujer y de las cosas que van sufriendo”, expresó Monseñor.

Señaló que el vandalismo durante las marchas del 8M desacredita al movimiento feminista y a los grupos que intentan concienciar sobre la violencia contra la mujer.

Entonces, no nos vayamos a los extremos, que no descalifiquemos estas manifestaciones, escuchemos el grito de quien está en su dolor pidiendo auxilio y que muchas veces no lo hemos dado”, agregó.

El religioso expresó que gran parte de la violencia que sufren las mujeres permanece silenciada debido al miedo.

“Hay violencia en la familia y en muchos lados, queda como escondida, y necesitamos escuchar ese grito y sí pedir de todas las partes, busquemos gritar lo más fuerte posible la violencia”, añadió.

El 8 de marzo se llevaron a cabo marchas en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, y en algunos puntos de la ciudad estas culminaron en actos de vandalismo como pintas y quemas en edificios públicos.

LALC

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