Irapuato, Guanajuato.- Cerca de cincuenta perritos se despidieron de su dueño Juan Francisco, el exmilitar y rescatista de animales que fue asesinado a balazos durante el ataque a una carnicería.
Familiares y conocidos se despidieron con una porra antes de que el cuerpo fuera regresado a la funeraria.
La tarde de este miércoles el cuerpo de Juan Francisco fue preparado en la Funeraria Saldaña, localizada en la zona centro de la ciudad.
Pero alrededor de las 7:30 de la noche el cuerpo dentro de su ataúd fue abordado a un coche fúnebre para llevarlo hasta su domicilio, donde resguardaba y cuidaba a los perritos que rescataba.
En la calle Girasol de la colonia San Cayetano de Luna, en una vivienda sin número, ya se encontraba un grupo de personas esperando la llegada del rescatista, de fondo se escuchaban los ladridos de los casi cincuenta perros que Juan Francisco rescató con la intención de darles una mejor vida.
A las 8:00 de la noche, el cuerpo de Francisco llegó al lugar, y aunque personal de la Fiscalía había colocado una cadena y candado en el domicilio aparentemente, al parecer con motivo de la investigación, las personas se las arreglaron para quitarlas y permitir a Juan Francisco ingresar para despedirse de sus “lomitos”.
Fue su último deseo, era lo que él quería, él quería ver una última vez a sus perritos”, mencionó una familiar de Francisco.
Para evitar que alguna persona resultara herida por alguno de los perros, el cuerpo fue colocado en la entrada detrás de la puerta principal de la casa, desde la que se podía ver cómo sus perros rodeaban el ataúd, algunos de ellos curiosos se acercaron a olfatearlo, otros como si estuvieran conscientes de saber quién estaba dentro comenzaron a llorar.
Luego de algunos minutos, la caja fue sacada y abierta para que los presentes también pudieran despedirse de Juan Francisco, como una mujer que entre lágrimas se acercó con un pequeño cachorro en los brazos.
Sobre el cristal del ataúd colocaron un celular que reproducía la canción Sweet Child of Mine de Guns N’ Roses mientras uno a uno los familiares y conocidos se acercaban.
Antes de subir el cuerpo de nuevo al carro fúnebre todos le dedicaron una porra y varios aplausos a Juan Francisco.
Enseguida, el cuerpo fue llevado de vuelta a la funeraria, donde pasó la noche y desde donde será trasladado con su familia en la ciudad de Celaya durante la mañana del jueves.
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