León.- Nunca subestime el poder de un Riverista: sonrisa coqueta, cuerpo atlético y más que eso, el amor con que mira a sus seguidoras. 

 

El exacadémico invitó a una de sus más grandes fans al escenario. Foto: Omar Ramírez.

Carlos Rivera regresó por tercera ocasión a León, esta vez al Palenque de la Feria de León 2020, para cerrar con broche de oro el Guerra Tour, uno de los más grandes y extensos en su carrera. 

León y él tienen una conexión, un especie de hilo dorado que no se corta con tijeras de dioses, sino que se refuerza y se mantiene con los años. 

El intérprete cerró su Guerra Tour en León. Foto: Omar Ramírez.

Dicen que quien estuvo en las malas, merece estar en las buenas, y como agradecimiento por el apoyo de los leoneses desde el inicio de su carrera, Carlos se entregó en un extasiante show, uno en el que permitió los besos, abrazos y uno que otra expresión.

“¡Eres el chicharrón de mi guacamaya!”

Más de 5 mil 225 asistentes (dato de Fiscalización) se rindieron a sus pies con frases como: “Eres el chicharrón de mi guacamaya”, “Eres todo mi mundo”, “¡Es mi cumpleaños, sé mi regalo!”, sólo por mencionar algunas.

Hasta las pequeñas se emocionaron con su ternura y sencillez. Foto: Omar Ramírez.

Antes del inicio de toda esta euforia, Carlos dio un espacio a los medios de comunicación: habló sobre el cierre de la gira en julio, su descanso en agosto, la composición de más canciones y el excelente momento que vive.

¡Soy el claro ejemplo de que con mucho trabajo, los sueños sí se cumplen!”, finalizó la entrevista.

El epicentro de la noche fue el claroscuro del redondel, a minutos de las 12 de la noche, los músicos tomaron posición, y el cuerpo bien torneado del exacadémico, elevó los gritos hasta obligar a los oficiales de seguridad a taparse los oídos.

 

Carlos Rivera demostró que es el rey de los corazones de las leonesas. Foto: Omar Ramírez.

Así como el mar a la arena, Carlos se entregó a sus “Riveristas”, las más fieles que se pueda conocer, pues algunos clubes, como el Carigue Guanajuato, tienen más de 15 años de seguirle los pasos.

Canciones como “Amo mi locura”, “Sería más fácil”, “Tú no eras para mí”, “Todavía no te olvido”, fueron una carta a los corazones rotos.

Animó a los corazones rotos

El cantante ya es un infaltable en esta fiesta de la ciudad. Foto: Omar Ramírez.

¡Muy buenas noches León!, estoy feliz de estar con ustedes, por todas estas muestras de cariño valen las vacaciones. Vengo a echarme un buen palenque con ustedes (gritos); ¿hay alguien aquí con el corazón roto?, prepárense, tomen unos tequilas, y vamos a cantar”.

Las rosas, deseos de un beso y hasta brincar al redondel, invadieron los cuerpos de las fans del cantante, quien con movimientos candentes, vueltas seductoras y su sonrisa permanente, las mantuvo cautivas.

¡Te amo!“, gritó un hombre desde la zona plata, provocando las risas del staff. 

Las fans le demostraron su amor y cariño. Foto: Omar Ramírez.

No contentas con tenerlas a sus pies, Carlos regresó con un atuendo ceñido al cuerpo, sentado en una silla, y con un sarape, desde ahí cantó “Recuérdame, la rola del momento para después, dar paso a los bailarines con “Luna del cielo”, y como es su costumbre, compartir experiencias personales. 

Nunca se queden con nada, porque “El hubiera no existe””, dijo, antes de iniciar con la canción del mismo nombre. 

“Te amo hoy” fue otro recordatorio para vivir la vida, y no dejar para mañana lo que se puede decir hoy.

Tras cuatro cambios, y un falso final, Carlos agradeció a los guanajuatenses el apoyo en su carrera, por sus 100 conciertos estos años, y por no dejarlo solo en más de una década de conciertos. 

“Me muero”, “Cómo pagarte”, “Regrésame mi corazón”, las más cantadas, fueron el sello de la primera de dos noches de concierto.

¡Gracias León, los llevo en mi corazón, hasta siempre” y se perdió en el túnel del Palenque. 

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