León, Guanajuato.- Chatarreras y bodegas de reciclados que también llaman “recuperadoras de material” se han convertido en potenciales bombas de tiempo pues no cuentan ni con los mínimos elementos de seguridad y almacenan grandes volúmenes de material altamente inflamable como es el cartón, plástico, envases de PET.
Lo más grave es que han crecido exponencialmente por toda la ciudad y están fuera de control de las autoridades, pues se estima que operan en forma irregular más de 2 mil en León, dice el delegado del Instituto Nacional de Recicladores (INARE) en León , José Ángel Mora García.
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Cualquier terreno baldío, casa, y hasta la misma calle son utilizados como bodegas ante la tolerancia de las autoridades; un caso es la transitada calle Monterrey, antes de llegar a López Mateos, donde banqueta y arroyo son utilizados como bodega de maniobras y almacenamiento.
“Lo más lamentable es que la mayoría no reúne las condiciones mínimas de seguridad y son potencialmente unas bombas de tiempo; no cuentan ni con un simple extintor”, añadió Mora García.
Reconoció que esto preocupa porque operan en forma irregular y se cambian constantemente de ubicación.
“Los mismos operadores de camiones recolectores de basura tienen sus bodegas, y hasta los operadores de las empresas de recicladores; cualquier lote baldío es utilizado como bodega sin importar la zona”.
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El INARE tiene un registro de aproximadamente unas 160 empresas registradas ante Hacienda y Desarrollo Urbano, pero estiman que hay por lo menos 2 mil que están fuera de control.
“Es ya un problema social, pues muchas personas que están sin empleo se dedican a la recolección de basura que no es basura, como PET, cartón, plástico, fierra y hasta cobre que es el mejor pagado, pues ahorita un kilo lo pagan hasta en 200 pesos, por ello muchos se lo roban del alumbrado eléctrico, de Telmex, y lo venden en negocios irregulares”, añadió Mora García.
El 20 de junio del 2019 el Congreso de Guanajuato aprobó una ley con el objeto de evitar que artículos de procedencia ilícita sean depositados o comercializados en casas de empeño, yonkes y chatarreras.
El Pleno del Congreso aprobó reformas a la ley que regula y contempla que las casas de empeño y establecimientos dedicados a la compraventa o adquisición de vehículos automotores en desuso y autopartes, y metales para reciclaje deberán implementar sistemas de reconocimiento de huellas dactilares.
Sin embargo hasta la fecha es una ley muerta, o que se aplica sólo con los que están regularizados, y hasta como medio de extorsión de ministeriales, señaló el líder.
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MCMH