León, Guanajuato.- De la inauguración de la Villa de León en 1830 a la fecha, los episodios en los que destaca la ciudad van desde la unidad de un pueblo marcado por la desgracia, la revolución industrial, hasta principios independentistas que hicieron fuerte a la ciudad a nivel nacional.

Lo cuenta Luis Alegre Vera, cronista de la ciudad sentado en su escritorio frente a su mac y con su iphone en mano. 

La llegada del ferrocarril, es el golpe más importante para detonar la economía de León que era como una colmena de pequeños talleres de curtiduría, talabartería y zapatería por el año 1882″, señala. 

La innovación de las locomotoras llegó incluso antes que a Monterrey o Guadalajara, la línea de Ferromex en la ciudad era la segunda más importante sólo después de Veracruz, que al ser puerto, entraban todos los productos de importación al país por barco. 

“Esta línea de la Ciudad de México a León era un punto intermedio entre la capital y Ciudad Juárez y por ende el primer contacto con Estado Unidos”, explicó el cronista. 

Esto significó la posibilidad de exportar las mercancías a la capital y al norte del país en cuestión de horas y convirtió a León en una ciudad de bonanza y que lamentablemente con la inundación de 1988 habría un bajón. 

“Piensalo, lo que se produjera en cuestión de horas llegaba al norte o a la capital del país muy rápido”, aseguró mientras paseaba por la antigua estación hoy acabada por el tiempo. 

Entre los aspectos que destacan a León a nivel nacional fue la generación de energía eléctrica que inició en México a finales del siglo XIX, con la instalación de la primera planta generadora en 1879. 

Esta era utilizada por la fábrica textil “La Americana” y casi inmediatamente se extendió dentro de la producción minera y escasamente para la iluminación residencial y pública.

También León destacó por que es el nacimiento del transporte público con la llegada de los tranvías y precisamente la primera vía que hubo fue Centro – Estación para unir al límite sur de la ciudad”, explicó. 

El centro se conectaba con el poblado de San Miguel de la Corona hoy barrio de San Miguel, donde ya se notaba la necesidad de un transporte público y que resguarda los vestigios de la antigua estación del ferrocarril. 

“Los tranvías fueron los primeros transporte públicos en el país, estamos hablando de una población de 100 mil habitantes y que tenía el lujo de su propio sistema integral de tranvías que a inicios de los 2 mil evolucionó y llegó a convertirse actualmente en el Sistema Integrado de Transporte”, platicó a Periódico AM, Luis Alegre. 

Un pueblo aguerrido

Un punto de referencia que hoy llena de orgullo a los leoneses es el Arco de la Calzada

Llamada así en honor a los héroes de la independencia y no de los niños héroes. 

León en la historia de independencia es un pueblo aguerrido, pues es de las primeras villas que habrían de unirse al movimiento insurgente y jurar el 25 de julio de 1821 la independencia en una nación que iba forjándose. 

“Ser una de la primera ciudad en tener la valentía y una proclamación, de cómo tenía que ser una nación justa y equitativa fue de ánimo, con el mismo al final del siglo 19 se instaló un arco en la calzada que se llamó de la paz”, aseguró Luis. 

Siempre se creyó que el Arco era la entrada principal a León, pero es la nueva, la primera era el camino que entraba por el hoy barrio del Coecillo y de Santiago o por el borde del Río de Los Gómez. 

Hace 171 años se terminó el punto actual de la calzada y significa la conformación de la entrada por el Camino Real a Guanajuato. 

“Justamente en la calzada se construiría tras muchos años, la feliz ocurrencia Francisco Lozornio, un empresario que regalaría un León, que denotaba fiereza y gallardía de sus ciudadanos, en mampostería, y generaría una polémica”, lanzó frente al Arco, hoy rodeado de tráfico y bares. 

Luego de esta ocurrencia, se generaría una convocatoria para una mejor figura de un León que hoy es de bronce y es un icono que une a los leoneses y que identifica a nivel nacional a sus ciudadanos. 

Justamente la unidad sobresale en los peores momentos, recuerda Luis tras cranear para explicar uno de los peores episodios de la ciudad y que contrario a lo que se crea, sacó lo mejor de sus ciudadanos. 

El suceso más doloroso 

La inundación del 18 de junio 1888 habría de ser el  momento más difícil y doloroso en la historia, por una inundación prácticamente la mitad de viviendas fueron afectadas. 

A la fecha hay un número incierto de muertos y desaparecidos, el golpe más fuerte a la memoria colectiva que dio un cambio positivo. 

“En un respiro de solidaridad que significa una marca de solidaridad y de cuidarnos, fue un ejemplo de cómo se unión la gente, no solo para recoger el tiradero, fue más profundo porque se buscó el cómo equipar a los artesanos y hacer casa nuevas”, platicó Luis frente a los vestigios de la entrada principal de la ciudad en el Malecón. 

Pero lo más importante, señaló: “quedaba la idea de que si hay organización y cuidado para que se levantara León, es algo que vive hasta nuestros días y nos enorgullece, sabemos que ni la desgracia más fuerte puede vencer a su gente”. 

 

JFVM

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *