San Juan de los Lagos, Jalisco.- La fe de los peregrinos tuvo más fuerza que la amenaza de la pandemia del coronavirus.
Ante el anuncio de que la Basílica Catedral de San Juan de Lagos estará cerrada durante la festividad de la Candelaria, los fieles acuden masivamente desde hace algunos días.
El Obispo de San Juan de los Lagos, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, así como los sacerdotes encargados de la Catedral, reiteraron ayer que el templo no se abrirá 31 de enero, 1 y 2 de febrero.
Por ello, millares de fieles acuden desde antes a visitar a la Virgen de San Juan, aunque apenas pueden “saludarla”.
“Entran en bloques de no más de 250 personas o menos, siempre cuidando las medidas sanitarias”, señaló uno de los coordinadores del acceso a la Catedral.
Sin embargo, en los alrededores del templo la gente se agolpa a la espera de su turno, sin consideraciones por la distancia entre ellos.
A mediodía, se da a los fieles la oportunidad de escuchar la misa, pero con limitaciones.
Sin embargo, las bancas ni siquiera se sanitizan, se van unos y llegan otros sin que nadie intervenga.
Sin embargo, los comerciantes de los alrededores del templo lamentan que la multitud no sea la que llega a San Juan otros años.
La Diócesis pidió de nuevo a la gente que no acuda estos días, y aseguró que desde el próximo jueves, 3 de febrero, los ingresos al templo se normalizarán.
Miles de peregrinos anticipan visita a la Virgen de San Juan de los Lagos
Desafiando contagios de COVID y medidas sanitarias, pero llenos de fe y esperanza, miles de peregrinos acuden masivamente a la Basílica Catedral de San Juan de los Lagos, a unos días de que se celebre la festividad de la Candelaria, el próximo 2 de febrero.
El obispo de San Juan de los Lagos, monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, así como los sacerdotes encargados de la Catedral, entre ellos el padre Heriberto García Arias, reiteraron que este 31 de enero, 1 y 2 de febrero, estará cerrada la Basílica.
Es por ello que miles de peregrinos están acudiendo masivamente a visitar a la Virgen de San Juan, ya sea por manda, por devoción, o simplemente “a saludarla”, porque no les dan más de 15 minutos dentro del templo.
“Entran en bloques de no más de 250 personas o menos, siempre cuidando las medidas sanitarias”, señala uno de los coordinadores del acceso a la Catedral.
No son los contingentes de otros años como cuando viene la Caravana de la Fe desde México, pero sí se puede apreciar a lo largo de la carretera grupos de peregrinos que marchan con mucha determinación.
Elementos de la Policía Municipal vigilan desde la entrada a la ciudad, para evitar que entren masivamente, sin embargo ya en el atrio del templo hacen largas filas entre las vallas metálicas que se colocaron para controlar los accesos.
Sólo se puede entrar por la puerta principal, y como si fuera un carrusel, los peregrinos entran, se persignan, oran unos minutos y de inmediato les indican que deben desalojar.
En misa del mediodía, se les da la oportunidad de escuchar sentados en las bancas pero todo está limitado. Sin embargo no las sanitizan. Se van unos y llegan otros como si nada.
El padre Heriberto García Arias les recuerda que deben cuidarse y regresar lo más pronto a su casa.
“Les pedimos que guarden las medidas sanitarias que establecen las autoridades sanitarias de Jalisco”, señala.
Sin embargo la Catedral está rodeada por centenares de comercios semifijos, muchos comerciantes sin usar cubrebocas, lo mismo que peregrinos.
“Estamos solos, no ha venido la gente que se esperaba, como en años anteriores, pero esperemos que de aquí al día 30 vengan más peregrinos”, señala Lorenza Márquez, comerciante.
Los estacionamientos y calles se ven solos, y esperan que en el curso de viernes sábado y domingo lleguen más peregrinos.
“No son los ríos de gente de otros años. Para estas fechas la ciudad estaba invadida de peregrinos que venían de todos lados. Sí hay gente pero no dura mucho, porque también los albergues están cerrados. La gente viene, visita y se va”, señala Marcelino Mendola.
La Diócesis de San Juan de los Lagos hace un nuevo llamado para que no acudan a la Basílica en estos días, y esperen a que pase la festividad de la Candelaria.
“A partir del 3 de febrero ya pueden venir con más tranquilidad, evitando los tumultos”, señala el padre Heriberto García.
AM