Escrito por: Nilsa Osorio, stj
¡Celebrar y agradecer!
Verbos que no faltan en un aniversario como el nuestro.
Festejamos 60 años de vida de nuestro querido Instituto Jassá.
Enrique de Ossó, sacerdote, escritor, maestro y amigo, se inspiró en Santa Teresa de Jesús, moviéndose por su inquietud y comprometiéndose con su tiempo, se ocupó en dar respuesta a una España necesitada de hacer vida el Evangelio, creando el Movimiento Teresiano Apostólico, Amigos de Jesús y siendo fundador de la Compañía de Santa Teresa de Jesús.
¡Qué alegría poder expresar que hoy somos el sueño del Padre Enrique! Los colegios teresianos, la educación como una herramienta poderosa para regenerar la sociedad.
Él decía: “Por la niñez y la juventud, a la conquista del mundo”.
Las obras buenas que vienen de Dios sólo se pueden dar de un corazón profundamente enamorado de Jesús, gracias a eso, el Padre Enrique hizo posible estar donde más peligraban los intereses de Jesús: Europa, África y América, ¡Gracias Padre Enrique por soñar en grande!
¡Qué valioso es conocer la historia para poder comprender el hoy!
¡Cuántas generaciones han pasado por estas aulas! ¡Cuántas familias han dejado huella y se han llevado esta educación teresiana que mueve, transforma y aporta a la sociedad! ¡Cuántas experiencias han sido vivencias fundantes que han sido piezas clave para grandes proyectos hechos grandes realidades! ¡Cuánta vida y compromiso entregado que ha sido fuente de vida para esta fecunda tierra leonesa!
¡Qué necesario es volver la mirada hacia atrás para expresar nuestra gratitud por la presencia de las Hermanas Teresianas que vinieron por segunda vez a fundar en esta hermosa tierra leonesa, llena de vida!
“Siempre los inicios son penosos” decía con sabiduría Teresa de Jesús; ciertamente en estos primeros años se aprecia el trabajo arduo de las hermanas teresianas en la formación de las alumnas, así como la capacidad de adaptación al ser recibidas en casas de las familias que generosamente abrieron sus puertas.
Las Hermanas fundadoras como Ileana Combarro, Graciela Ruíz, Arminda Cantarell y Pilar Tielve llegaban de La Habana Cuba para iniciar el regreso a la ciudad.
¡Cuánta ilusión, esperanza y emoción tendrían en sus corazones!
Las raíces nos sostienen y fortalecen nuestro caminar, aún en las situaciones más difíciles fueron de gran soporte para continuar la misión de estar haciendo vida el Evangelio.
Han salido a nuestro encuentro bienhechores de corazón generoso que en circunstancias complejas apostaron para que nuestra presencia en la ciudad de León, continúe.
Los años han transcurrido, tiempo valioso que ha sido para construir, innovar, especializarse, crear comunidades educativas que se han enfocado en trabajar por el bien común, traspasar los muros del colegio y abrir sus puertas para que la educación teresiana llegue a todos los rincones de la ciudad. Es así como la vespertina abre sus puertas a la población de escasos recursos económicos, recibiendo la formación teresiana dejando claro que esta educación Teresiana es universal. La ciudad va creciendo y con ella surgen necesidades que requieren movimiento y en el año 2007 nace el Centro Comunitario Teresiano en la Colonia Libertad, un espacio privilegiado para los adolescentes en la educación teresiana y los talleres que favorecen el crecimiento integral de niños, jóvenes y adultos con el único propósito de seguir extendiendo el conocimiento de Jesús en clave teresiana.
Hoy nuestra propuesta educativa teresiana sigue vigente, actualizada e innovadora, encaminada a la transformación social desde la mirada del Evangelio; orientada a formar liderazgos que promuevan desde los valores teresianos, acciones que construyen la paz y la justicia social poniendo la mirada en la dignidad de la persona.
¡Felicidades querido Jassá!
¡Felicidades a las nuevas generaciones que están en el proceso de formación con el corazón puesto a ser transformadores sociales! ¡Felicidades a la Comunidad Educativa que con tanto amor y trabajo despiertan la mente y el corazón de la niñez y la juventud, grandes deseos para que así lo sean las obras! ¡Felicidades queridas hermanas Teresianas por arriesgarse y confiar en esta tierra leonesa que desde siempre las recibe y les agradece su compromiso a través de la educación y la espiritualidad teresiana que ha dejado huella en todas las generaciones!
Que nuestro grito del “Todo por Jesús” siga siendo la invitación a vivenciar el amor y el servicio en nuestros pensamientos para que así sean nuestras obras.