León, Guanajuato.- En la colonia Industrial San Jorge no hay una sola tenería que se haya escapado de ser saqueada en los últimos dos años.
Los propietarios están hartos de la situación, sin embargo, aseguran que nada pueden hacer pues temen que si actúan contra los delincuentes pondrán en riesgo la seguridad de sus trabajadores y su propia vida.
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Denuncian que los responsables de esta inseguridad son delincuentes provenientes de la colonia Morelos, mejor conocida como “El Guaje”.
AM hizo un recorrido por las calles de la Industrial San Jorge y aunque los curtidores aceptaron exponer su situación, prefirieron mantener el anonimato.
“Es un problema del que no vemos salida desde hace dos años y ha incrementado en este año, pero no podemos hacer nada porque tenemos miedo de que tomen represalias y nos hagan algo”, contó un curtidor.
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Al terminar de charlar con AM, prefirió ponerse a salvo dentro de su fábrica, antes de ser visto por los delincuentes que vigilan los movimientos en la zona a toda hora.
Los ladrones tienen su horario de “trabajo”.
Cinco curtidores coincidieron en que los ladrones se adueñan de las calles de Industrial San Jorge desde las 10 de la noche hasta las 3 o 4 de la madrugada.
En ese lapso realizan boquetes en las paredes de las fábricas, rompen las cortinas, puertas de acero y brincan bardas.
“El último robo en mi tenería fue en la oficina y se llevaron la computadora, impresora y demás cosas. La pérdida fue de unos 50 mil pesos”, contó otro afectado que pidió discreción con sus datos personales.
Los trabajadores de estas curtidurías también laboran con miedo. Al término de sus actividades tienen que irse todos juntos o son asaltados.
Y es que los delincuentes rondan las calles para atracar a quien ven vulnerable.
“Cuando se les paga a los muchachos y ya se van a sus casas, como a las 2 ó 3 de la tarde, deben irse en “bola” porque si no les sacan el filero (cuchillo) y les quitan su dinero”, lamentó otro curtidor.
Durante el recorrido, se pudo ver la presencia de una patrulla de la Policía Municipal, pero la vigilancia no es permanente.
“Pasan los policías porque lo estamos exigiendo por teléfono, pero eso implica ir a Presidencia a pedirlo y ahí se queda uno cinco horas y pues lo que tienen que hacer es salir del mostrador y venir a ver las calles como las tienen”, señaló otra víctima de robo en su empresa.
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La solución que ven los curtidores es que se les coloque una caseta de vigilancia.
El punto exacto en el que se pide la caseta es la esquina del Circuito Leonesa y el bulevar Industrial Morelos, que es la vía por la que entran y salen los delincuentes.
“Todos los que roban por aquí pasan y la verdad que no queremos tener problemas con ellos, sólo queremos que las autoridades nos ayuden con la vigilancia y seguridad de nuestras tenerías y trabajadores porque no podemos continuar así”, finalizó lamentándose otro curtidor que fue también víctima de robo en el interior de su fábrica.
MCMH