Guanajuato – Una empleada de la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable (SDES) del Estado denunció que un director de esa dependencia, y su jefe inmediato, la acosó sexual y laboralmente durante casi un año, primero con comentarios y después con tocamientos en varias partes del cuerpo.
Cuando los comentarios hacia su persona y arreglo personal fueron subiendo de tono e incluso aludiendo su vida privada, ella ya no aguantó y habló en septiembre de 2021 con el Ombudsperson del Comité de Igualdad y no Discriminación de la SDES.
El 9 o 10 de marzo de 2022 habló con Mauricio Usabiaga, cuando todavía era secretario, quién a pesar de que mostró empatía por su caso, nunca hizo nada, ni tampoco el Comité de Igualdad.
Así que el 22 de marzo pasado denunció el acoso ante la Agencia del Ministerio Público de la Unidad de Atención Integral a las Mujeres, y ante la Contraloría Interna de la SDES, denuncias de las cuales AM tiene copia.
Ramón Alfaro, primero como subsecretario de Empleo, conoció el caso en marzo pasado. Desde entonces y hasta ahora como secretario de Desarrollo Económico, no ha hecho nada al respecto, señaló la víctima.
No obstante todo lo anterior, el acosador sigue en su puesto y no ha recibido ninguna sanción.
El funcionario denunciado también trabajó en la Dirección de Economía en León en el segundo gobierno de Héctor López Santillana, de 2018 a 2021, donde los dos primeros años Ramón Alfaro fue Director de Desarrollo Económico.
Ramón Alfaro renunció al cargo municipal en mayo de 2020, para regresar como subsecretario de Empleo en la SDES. El director acusado llegó en abril del 2021 a esa misma dependencia.
En entrevista con AM, la mujer, quien pidió que su testimonio sea anónimo, informó que entró a trabajar en esa dependencia estatal en agosto de 2019.
Cuando el acusado llegó como jefe del área a la que ella se encuentra adscrita, desde el principio empezó a hacerle comentarios sobre su apariencia física o su arreglo personal.
Al principio no sabía cómo manejarlo”, confesó ella en entrevista y por eso no le decía nada. Los primeros meses lo dejó pasar, apelando a que con el tiempo tal vez dejaría de hacerlo al notar que ella no le seguía el juego.
Pero siguieron los comentarios, durante meses, y fueron subiendo de tono, incluso enfrente de otros compañeros de trabajo, en reuniones de trabajo.
Un día estaba con una compañera hablando de trabajo, se acerca el funcionario y de repente interrumpe:
Y me voltea a ver las piernas y sin ningún reparo o pena, comenta: no cruces las piernas. ¿No sabías que esto puede ocasionarte problemas en tus partes íntimas femeninas? Su comentario fue tan fuera de lugar e inapropiado, no supe qué pensar y mucho menos qué responder o cómo actuar”, recordó enojada.
Ella sabía que estaba vulnerable frente a su jefe porque es empleada por honorarios, contrato que se renueva cada diciembre. Al tratarse de su jefe el acosador, pensaba que si se defendía iba a perder su empleo. Además, estaba recién divorciada y con una hija de seis años.
Yo no contestaba como quisiera porque necesitaba el trabajo”, destacó.
El acoso sexual subió de noto y paso a tocamientos
El acoso también pasó a los tocamientos de varias partes del cuerpo cada vez que ella pasaba por su lugar.
Yo ya no me sentía cómoda. Me sentí también en escrutinio, culpable”.
Ya cansada de todo, los comentarios inapropiados y actitudes agresivas, decidió hablar con Mariano Zavala, ombudsperson de la Secretaría de Desarrollo Económico, el 14 de septiembre de 2021.
En esta reunión, expuso todas las situaciones mencionadas y fue asesorada en las opciones que tenía para proceder, pero eligió no presentar una queja formal por miedo a vivir un proceso cansado y complicado, así como por el miedo a ser despedida de su trabajo o no tener la renovación de contrato para el siguiente año.
En su lugar decidió volver a hablar con su jefe, como ya lo había hecho unas semanas antes, y le pidió que su relación se mantuviera estrictamente laboral y profesional. Esta conversación se llevó a cabo el 17 de septiembre.
Solo me comentó: sí, ok, pero te pido que lo personal lo manejes fuera de la oficina”. Pero el acoso del funcionario estatal hacia su empleada continuó.
El acoso se intensificó en 2022: “Es una delicia verte”
Después de las vacaciones de diciembre de 2021, su jefe le dijo:
Es una delicia verte, es un agasajo verte”. Pero yo no le decía nada porque ya estaba cansada”.
“En enero del 2022 yo llegué a la oficina con el cabello alaciado (soy rizada), a lo que al verme él, me dice: “no, no me gusta cómo se te ve el cabello lacio, ¿así ya se te va a quedar siempre?, porque te ves mejor así china, sexy””.
Este 2022 se intensificó el acoso contra la empleada, a tal punto que el funcionario empezó a invadir de forma más constante su espacio personal, tocándole el hombro, el cabello, la cabeza, en varias ocasiones.
El 10 de febrero ella le preguntó algo de trabajo, su jefe le respondió: “Utiliza los 1,500 cc que tienes (centímetros cúbicos, medida de los implantes de busto que efectivamente ella tiene)”.
Lo que me generó un enojo por la inmensa falta de respeto y que no es la forma correcta de un director para tratar a su personal.
“Estaba tan molesta y ofendida con la situación que sabía que al enfrentarlo podría generar un conflicto mayor. Tenía ya que proceder de manera formal, pues no podía permitir que se repitiera una vez más una agresión de esa índole, y que ya las situaciones incómodas generadas por él eran cada día más difíciles de llevar y tolerar”, relató la empleada en la entrevista con AM.
Denunció ante Usabiaga pero no pasó nada
El 9 o 10 de marzo pasado, ella habló con Mauricio Usabiaga, entonces secretario de Desarrollo Económico y le contó lo que estaba pasando. Le pidió que cambiara a su acosador de área. Pero la respuesta fue que no podía mientras no hubiera una resolución de la Contraloría Interna.
Aunque el Secretario mostró empatía por la mujer y en varias ocasiones le preguntó cómo iba, nunca hizo nada para resolver el problema. Usabiaga dejó el cargo el 31 de mayo.
Al decidir ella que no la cambiarán de su área, como le propusieron, aseguró que ha recibido un trato de represión y castigo por parte de su agresor Adrián N, pues ha sido excluida y relegada de varias reuniones, eventos laborales y proyectos del área.
Tengo miedo de perder mi trabajo y mi contrato para el próximo año, así como de poner en riesgo mi integridad física, debido a hacer pública esta situación, en donde no se ha hecho nada por parte de mis superiores para salvaguardar mi integridad personal y laboral, más que ofrecerme un cambio de área, en donde lo único que se hubiera logrado sería revictimizarme. No obstante han dejado a mi agresor en su cargo”, concluyó la víctima.
Calla funcionario acusado y el titular de la SDES
AM solicitó a Comunicación Social de la SDES una entrevista con el titular Ramón Alfaro y con el funcionario acusado para conocer su versión de los hechos, pero no concedieron ninguna de las dos, solo se envió una tarjeta informativa que dice lo siguiente:
En la Secretaría asumimos el compromiso en atender de inmediato cualquier denuncia o demanda de este tipo conforme marcan los protocolos establecidos a través del Comité para la Prevención y Atención de la Violencia laboral y el Hostigamiento y Acoso Sexual de la SDES dando el asesoramiento y acompañamiento en todo momento a quien lo solicite como ocurre en el caso citado”.
El texto de solo cuatro párrafos afirmó que el compromiso de la Secretaría es con la protección de los derechos humanos de las y los trabajadores y siempre privilegiará la integridad de las personas.
Agregó que derivado de la investigación interna en proceso no se pueden dar detalles sobre la misma, sino que una vez que concluya se dará información y en su caso se dará inmediata atención a la resolución y se atenderán las medidas que se requieran.
Sobre la o las demandas que existan en otras instancias externas, declararon que esta Secretaría colabora con ellas, y serán ellas, en su caso, las encargadas de emitir su resolución.
PCCD