León, Guanajuato.- La Dirección de Protección Civil identificó a 46 fincas que se encuentran en ruinas principalmente en la Zona Centro, la mayoría se encuentran deshabitadas, pero se registraron dos que habitan adultos mayores.  

Crescencio Sánchez Abundis, director de Protección Civil, detalló que las viviendas antiguas durante la temporada de lluvias corren el riesgo de reblandecerse y caer, lo que representa un riesgo para los peatones.  

Señaló que se identificaron al menos dos predios que los habitan adultos mayores, a los cuales se les canalizaron varios apoyos para garantizar su seguridad; pero también la búsqueda de su círculo de familiar para que les proporcionen auxilio. En caso de no encontrar a la familia, el DIF interviene para canalizarlos a un lugar seguro.  

Las casas en riesgo de derrumbe tienen entre 100 y 150 años.

Las fincas en ruinas en su mayoría se encuentran en la Zona Centro, las cuales forman parte del catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que se encuentran protegidas y requieren permisos para su intervención.  

El titular de Protección Civil informó que, al detectar casas en riesgo de derrumbe, se analiza si se encuentra habitada o no, esto para comenzar la intervención de la finca, y acercarse con los propietarios para solicitar el mantenimiento e inversión.  

Las fachadas son el área más peligrosa, cuando se reblandece y cae a la vialidad, lo que puede dañar no solo a las personas, sino también automóviles y otros objetos que se encuentren en la calle. 

El común denominador es que están solas, en algunos casos a su interior se puede observar incluso el derrumbe de algunas habitaciones. Se mantiene en pie lo que es la fachada y las cornisas que son altamente vulnerables. 

Expresó que se busca tener un acercamiento con el INAH para gestionar los permisos necesarios para la remodelación. 

Cuando se detectan riesgos, los trabajos de revisión se efectúan con recursos propios de cada dependencia, y se establecen las acciones que se realizarán para gestionar el riesgo, la última alternativa es el derrumbe por parte de la Dirección de Obra Pública. 

Sánchez Abundis indicó que en los recorridos se detectaron dos viviendas habitadas y que se encuentran en riesgo, a las cuales se les apoyó para mitigar el problema. Precisó que se actúa bajo la metodología de la “gestión integral del riesgo”: se mitiga, se elimina o se transfiere.  

Las fincas que se catalogaron en riesgo tienen entre 150 y 100 años, mismas a las que se les dejó de dar mantenimiento y reparación. En caso de estar deshabitadas se analiza quién es el propietario y se insiste en la ejecución de un mantenimiento.  

En caso de estar habitadas y de existir riesgo interviene el DIF León para analizar y buscar a la familia de los moradores. En caso de que no abandonen el inmueble y no sea un riesgo significativo se apuntala la estructura para estabilizar. 

Al final del día son estructuras valiosas y bonitas, su acabado, su cornisa son detalles muy bonitos, seguiremos trabajando para proteger a los moradores. En algunas casas son de adobe, pero en las fachadas y cornisas tienen cantera.  

En su mayoría son fachadas de más de 20 metros de ancho con otra decena de metros de largo al ser viviendas que tienen varias habitaciones, arcos, acabados en cantera.  

Cuando la fachada comienza a colapsar, la Dirección de Obra Pública interviene con maquinaria para demolerla y evitar riesgos a los peatones.

LALC

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