León, Guanajuato.- Tres zonas repartidas en el primer cuadro de la ciudad, comida, comercio y concierto, dieron inicio a los festejos por el Grito de Independencia.
Luego de dos años en los que faltó la celebración como medida sanitaria por COVID, se realizó el festejo, el primero de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez.
Mucha gente ya quiere su buñuelo muy trozado pero otros solo lo dejas un poquito, es la técnica”, explicó Lucita, comerciante de buñuelos.
En la zona de comida noquean los olores, algodón de azúcar, tripas doradas, grasa friendo quesadillas y buñuelos remojados en piloncillo con guayabas.

“Lo que más se llevan es la trompeta, la bandera y la matraca y hasta que no hace berrinche el niño los papás compran, aunque mucha gente llega gastada”, dijo Gabriel, mientras arreglaba una lona de su puesto de banderas.

Las bandas de música regional tocaron desde las 6 de la tarde, la gente comenzó a llegar luego de pasar por uno de los once filtros de los accesos a la fiesta.

Al menos 200 elementos de seguridad revisaron a las familias durante la entrada.
Por todos lados trenzas con listones y bigotes eran el accesorio de niñas y niños.

Hay que animar para que la gente se anime a comprar, mis hijas me ayudan”, señaló Mari, quien vistió a sus niñas pequeñas en tricolor.
Cerca de las 9 de la noche Protección Civil reportó 6 mil asistentes, pero el evento se calculó para 15 mil leoneses que regresaron a las calles.

El cubrebocas ya no era obligatorio, pero algunos mantuvieron las medidas sanitarias portándolos.
Banda para amenizar y banderas que se vendían en la zona de comercio que destacaba por los recuerdos y juguetes patrios, ropa y accesorios. De todo.

Niños felices y llorando fueron también parte de la noche que tuvo una mínima llovizna.

Ahora el COVID ya no da tanto miedo dicen comerciantes y algunos transeúntes ya que la vacuna blindó a los leoneses.
AM