León, Guanajuato – La directora del ISSSTE de León, Blanca Graciela Sierra, contrató a su esposo, Alfonso Mejía y a dos sobrinos.
La contratación de familiares es avalada por María Magdalena Rosales, subdelegada médica del ISSSTE en Guanajuato.
En el instituto hay familias completas, lo cual no refiere nepotismo”, dijo María Magdalena.
Una colaboradora de la clínica informó que un mes después de que Blanca Graciela Sierra asumiera la dirección (tomó protesta el 24 de marzo de este año), ingresó su esposo en el grupo de médicos para atender COVID.
Él no estuvo todo el tiempo de los contratos COVID y a las personas que sí estaban… A algunas las corrieron”, explicó.
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Esposo de directora del ISSSTE tiene baja productividad
Además, AM tiene en su poder, copias de registros de evaluación de los médicos y el que corresponde al doctor Mejía, su productividad es baja.
Según las políticas del ISSSTE, los médicos son evaluados con base al número de citas atendidas. Un empleado que tuvo acceso a los archivos comprobó que “la última valoración que tuvo el esposo de la directora fue de 1.93 por hora, pero la productividad para los médicos de base tiene que ser de cuatro”.
AM entrevistó a varios trabajadores de la clínica quienes dijeron que hicieron llegar su inconformidad a directivos nacionales, sin embargo no han tomado cartas en el asunto.
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Ximena Esmeralda Ibarra, una de las empleadas despedidas, comentó que fue contratada en enero de este año para dar consulta en Medicina Familiar y fue despedida en mayo. No se le renovó su contrato.
Me enteré que entraron dos sobrinos de la Directora y su esposo luego de que no nos renovaron a varios compañeros el contrato. Cuando acudí con ella a pedirle una explicación, se negó a hablar conmigo”.
Respecto a la contratación del doctor Alfonso Mejía, dijo que a inicios de la pandemia había sido retirado de labores por formar parte del grupo vulnerable y que este año fue contratado para atender pacientes con COVID en esta clínica, lo que se le hace ilógico.
La extrabajadora señaló que los contratos fueron realizados por medio del Instituto de Salud de Bienestar (Insabi) por tres o seis meses, pero que el Gobierno decidió reforzar el primer nivel de atención, por lo que todos los contratados por medio de este programa se cambiaron a Medicina Familiar.
Otro exempleado denunció que muchos de sus compañeros que entraron para dar atención a pacientes COVID fueron despedidos sin ninguna explicación.
Empecé a ver muchas irregularidades en los procesos administrativos, pero muchos se percataron que cuando corrieron a los compañeros entraron los familiares de la Directora”, comentó.
Respecto a los pocos pacientes que atiende el esposo de la directora explicó que es algo que se presenta mucho en esta clínica y que provoca la carga de trabajo para otros colegas.