León, Guanajuato.- En la solicitud de nulidad de proceso, previo a comenzar el juicio, el presunto agresor de Ana, víctima de violencia intrafamiliar, pidió asistir a terapia psicológica como reparación del daño.
Por las golpizas, insultos racistas y maltratos que recibió Ana en casa y trabajo, la defensa del presunto agresor de nacionalidad alemana, intentó evitar juicio, pero el juez se lo negó y en dos meses comenzará el proceso para sentenciarlo.
Era conforme a derecho su solicitud buscar anular el proceso, pero el juez la negó, él solicitó asistir a terapia para lograr entender que había hecho mal, estábamos en vías de conciliar, pero con esto que es ridículo, continuaremos con el juicio”, explicó Mónica Gómez Lula, abogada defensora.
Ana comenzó una relación sentimental con su agresor y jefe en 2020. El acusado es director de una empresa alemana proveedora de autopartes.
Al principio todo iba bien, se fueron a vivir juntos. El terror de Ana apareció con las primeras humillaciones, insultos racistas, empujones y golpes que llegaron hasta sus partes íntimas.
A punto de cumplirse un año desde el pasado 17 de diciembre que comenzó el proceso legal contra su victimario, Ana sigue dándose valor todos los días, pues al ser su jefe directo, continúa hostigándola con tareas de la empresa donde labora.
Desde que comenzaron las audiencias, la defensa del directivo alemán, ha buscado retrasar el proceso con excusas de viajes laborales, búsqueda de asistencia de intérpretes y poca disponibilidad, señaló la abogada defensora de Ana.
Durante estos dos meses la empresa de fabricación de autopartes está obligada a recibir a la defensa de Ana y autorizar la vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública para verificar que Ana esté segura bajo el mando del dirigente regional de la empresa, puesto laboral que ostenta el presunto.
Recursos humanos está muy hermético con la defensa, pero no se puede permitir que haya más discriminación y hostigamiento”, explicó la abogada de Ana a AM.
DSS