León, Guanajuato.- Los tres días que permaneció el papa Benedicto XVI en León se hospedó en el Colegio Miraflores.
Las clases fueron suspendidas un día antes de la llegada de Su Santidad, ya estaba armada una estrategia de seguridad a cargo de fuerzas federales y del oficiales del Vaticano, y toda contingencia prevista por Cruz Roja y Bomberos de León.
A la llegada del Papa las calles estaban adornadas con banderas, flores y pendones amarillos y blancos, los colores del Estado Vaticano.
La elección del Colegio Miraflores como lugar de hospedaje para Benedicto XVI fue dada a conocer el 1 de enero de 2012 por el arzobispo de León, monseñor José Guadalupe Martín Rábago. Religiosas de la congregación declararon que fue un gran honor servirle y estar cerca de él.
En 2014 salió a la luz que el Papa resbaló en la noche y se golpeó la cabeza, pero no dijo nada y regresó a dormir, por la mañana su médico personal lo revisó y al no tener alguna herida grave las actividades continuaron de acuerdo con lo planeado.
Esos tres días de visita, del 23 al 26 de marzo de 2012, la chef alemana residente en León Monika Ilse von Allwörden se encargó
de preparar sus alimentos, y recibió un emotivo agradecimiento de Su Santidad cuando se presentó ante él con un atuendo típico de su país.
Un año después la chef conmemoró la oportunidad de servir al Papa y sirvió algunos de los platillos que le preparó, como filete a la cerveza con pasta casera y strudel de manzana. Monika von Allwörden de Orozco hasta junio pasado fue cónsul honoraria de la
República Federal de Alemania en León, y tiene un restaurante alemán en la colonia El Rosario.
DSS