Maricela Lara sale sola de León a San Juan de los Lagos; en el camino va conociendo gente viva... o muerta

León, Guanajuato.- Hay días donde las historias recurren a las plegarias, a los santos, a las imágenes y a la fe, aquella que transporta ilusiones, creencias, agradecimientos y sueños.

La historia no se escribe en tan solo unas horas, se escribe durante días, meses y años.

Maricela Lara, de 44 años, originaria de León y vecina de la colonia San Miguel Rentería, platicó para periódico AM que en los 85 kilómetros que ha recorrido en cada visita durante 6 años, a la Catedral Basílica de San Juan de los Lagos, existen los recuerdos, las emociones, las pulsaciones, las peticiones, los motivos, las lágrimas, pero sobre todo, existe la fe.

Maricela, con un puesto de encargada en una fábrica de calzado, mencionó que a uno de sus tres hijos le detectaron cáncer, razón por la cual le hizo una manda a la Virgen de San Juan y desde ese entonces no ha dejado de ir a darle las gracias a la virgen por su milagro.

Así comenzó su historia, una manda que se convirtió en devoción hacia la virgen, conocida también como Cihuapilli, la Gran Señora en lengua náhuatl, durante 6 años.

Es fe, es devoción y también es gratitud, venir a dar gracia por una manda que tuve en lo personal. Una enfermedad de uno de mis tres hijos y pues gracias a Dios todo salió bien”, platicó Maricela.

Compartió que durante los 6 años visitados, nunca ha ido en compañía de algún familiar o amigo, por lo que para ella es mejor emprender su camino sola y durante el trayecto conocer gente de los otros grupos de sanjuaneros, a quienes se les une.

Marcada en cada mirada de los miles de feligreses, que se dirigen hacia una sola dirección, tan solo unos zapatos, unos tenis o unas botas, pueden transportar una fe inmensa, que se carga en manos, hombros y espaldas.

Durante su andar, Maricela normalmente trata de llegar al templo con las menos paradas posibles para así no perder el ritmo.

Mi caminar es de 24 horas, yo lo hago en un día, me preparo cuidándome un  poco, preparándome también mentalmente, porque si un trayecto difícil, pesado, la devoción es la que nos hace lograrlo”,

Aunque destacó que en ocasiones lo interesante de estas caminatas, es que conoce a mucha gente cuenta historias de mitos y realidades, porque a veces no se sabe si va con vivos o con muertos.

Una vez que iba con mi hermana, en el tramo conocido como Las Cruces, de pronto escuché una voz de mujer y le decía ‘ten un palo para que no te canses’,  entonces yo lo que hice fue que lo tomé, pero después de unos minutos comencé a sentir bien pesado mis pasos. Cuando alcancé a mi hermana, le platiqué y me dijo que estaba cargando con el ánima de una persona que no cumplió su manda con la virgen”, detalló.

“Cuando uno llega al templo, se siente una emoción, nostalgia también, nada más ir a dar gracias a  la virgen, es el momento cuando se te quita el cansancio”, finalizó

De regreso a casa, volver a prepararnos para ir a trabajar al día siguiente, pero si llegas lesionado, te curan, un buen baño y una ‘comidita’ ”, puntualizó.

Añadió que las personas que vengan a San Juan de los Lagos, lo hagan principalmente con devoción y fe, que ya lo demás, Dios y la virgen no lo ponen.

Asimismo, añadió que durante la noche el frío siempre es muy intenso, por lo que siempre procura llevar un mochila con suéteres, alguna pomada o crema por si se llegara a presentar un percance.

Caravana de la Fe rumbo a San Juan de los Lagos

Vengo abrigada porque hace bastante frío, en la mochila cargo mi suéteres, pero también traigo una pomada, crema, incluso medicamento o alcohol, uno nunca sabe lo que va a pasar en esta travesía”, precisó Maricela.

DSS

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