León, Guanajuato.- El sábado pasado Antonio González Lara, sacerdote del templo de la Sagrada Familia en Celaya, salió de Cortazar rumbo a la Basílica de San Juan de los Lagos, y en el camino oficia misas para los peregrinos.
El padre ya tiene 40 años en esta peregrinación, que se ha convertido en tradición, y este año logró reunir a cerca de 350 personas.
Durante un viaje de 10 días a la Basílica de San Juan de los Lagos, hacen paradas en las comunidades Agustín González, El Rodeo, Cristo Rey, Duarte, Las Cruces y Agua de Obispo.
Este jueves instalaron su campamento en un terreno baldío ubicado sobre el bulevar Juan Alonso de Torres, casi esquina con el bulevar Antonio Madrazo, en León.
En esta ocasión viajaron desde niños de seis meses hasta adultos mayores de 85 años, todos van caminando acompañados de personal especializado.
“Se pide una cooperación de 400 pesos por persona, pero son 10 días de alimentos, mañana, tarde y noche; baños portátiles, tenemos ambulancia, una doctora y medicamento, hay quienes no lo pueden pagar y nosotros vemos cómo cubrirlo”, dijo el sacerdote Antonio.
Este jueves el grupo comenzó a llegar a León durante el día; cada peregrino viaja a su paso, por lo que es hasta en la tarde cuando ya se encuentran todos reunidos.
“También tenemos una capilla rodante, llegamos al lugar primero nosotros y realizamos la instalación y esperamos a que lleguen todos para poder hacer la celebración eucarística”, añadió.
Dijo que en estos días de camino, ha conocido historias de los peregrinos, la mayoría son temas relacionados con el COVID.
La pandemia es uno de los temas de estas visitas, muchos ya no tienen a familiares por el COVID, pero su peregrinación es para dar gracias de que pueden estar aquí aún. Por mucho o poco que se les ha dado, dan gracias”, agregó.
Finalmente, platicó que este viernes continuarán su camino hasta llegar a Las Cruces, donde montarán de nuevo su campamento y equipo.
AM