León, Guanajuato.- “Yo no tuve dolor, no sentía ninguna bolita y no tuve ningún antecedente de cáncer”, confesó Mónica Martínez Parente, de 69 años, sobreviviente de cáncer de mama quien aconsejó a las mujeres quererse y realizarse la mastografía una vez al año

En entrevista para AM, Mónica recordó que fue diagnosticada a los 62 cuando se realizó una mastografía, estudio de rutina que acostumbraba a realizarse y compartió que su temor más fuerte fue la incertidumbre de no saber si iba a vivir para contarlo

“En el momento que me hicieron la mastografía me pidieron que me la hiciera de nuevo para confirmar el diagnóstico y esa segunda vez me pidieron acudir al doctor y eso fue lo que hice y cuando la doctora revisó la mastografía vio una bolita, pero sin dolor, no supe cuándo salió y me mandó a hacer estudios más profundos y ahí se confirmó el diagnóstico de cáncer de mama. 

“Fue muy duro porque escuchas la palabra cáncer o que salió positiva la biopsia y te quedas muy preocupada porque no sabes qué tipo de cáncer es, qué tan avanzado está. Se vienen muchas cosas a la mente, pero sobre todo ‘el voy a vivir para contarlo’, esa es la mayor preocupación que puedes tener”, expresó. 

El cáncer se vincula con la multiplicación rápida de células anormales de algún órgano o sistema del cuerpo.

Bajo el lema “Por unos cuidados más justos”, este 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, este día tiene como fin aumentar la concientización y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y contro.

Para Mónica el siguiente paso fue acudir al oncólogo quien le realizó más estudios para posteriormente realizarle una operación y continuar con quimioterapias durante un año, la última que recibió fue en 2015. 

“En 2016 el oncólogo decidió que sería una quimio tomada y durante cinco años la estuve tomando. Ahora voy a revisión una vez al año. Creo que no fue nada mal porque no me sentía mal cuando recibí las quimioterapias, era una al mes, me daba tiempo de recuperarme, incluso trabajaba en ese tiempo y descansaba un día después de la quimio. 

“Mi mayor preocupación era que se me cayera el pelo y que tuviera que usar peluca, cosa que no sucedió, hay pérdida de pelo y otros trastornos y pude sobrellevar muy bien este proceso”, platicó. 

“Hay que querernos más” 

Mónica invitó a las mujeres a quererse más y realizarse estudios de rutina pese al miedo, pues si un diagnóstico llega a tiempo las posibilidades de seguir con vida son más. 

“Tengo amigas y personas que conozco que me dicen que desde hace años no se hacen una mastografía, eso se me hace tan triste, que no podamos ser responsables de nuestro propio cuerpo, hay que querernos más y no importa lo que diga el doctor o los resultados porque muchas veces por miedo no se va al doctor. 

Si lo haces a tiempo vas a salir adelante porque ahora con la medicina se pueden lograr muchas curaciones que antes tal vez no, les diría que se quieran y se hagan su mastografía cada año”, aconsejó.  

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AM

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