En la calle Aquiles Serdán, en los alrededores del templo de San Nicolás de Tolentino, locales cerrados muestran el abandono del Barrio Arriba

León, Guanajuato.- El Barrio Arriba, uno de los tres más antiguos de León, está en bancarrota. 

De ser la zona económica más importante de la ciudad pasó a ser un pueblo en abandono.

Grandes empresas y empresarios nacieron en el Barrio Arriba, especialmente curtidores, zapateros y productores de químicos para la piel.

Durante décadas se decía que el Barrio Arriba olía a dinero, aunque en realidad era un olor pestilente a cuero crudo que invadía las calles. Aún ahora persiste el olor que emanan innumerables fincas que fueron tenerías y ahora están deshabitadas. 

La economía de la zona atrajo a todas las instituciones bancarias en los 60; en cada esquina había un banco y muchos clientes.

Había dinero para todos.

Actualmente no hay bancos. El último que dejó la plaza fue Banamex, que estaba instalado en la esquina de Aquiles Serdán y Moctezuma.

El Barrio Arriba es una muestra de la memoria histórica de la ciudad; un barrio de tradiciones, de leyendas y de gran arraigo”, señaló en una de sus crónicas el que fuera cronista de la ciudad Arturo Navarro Valtierra (QEPD).

El Barrio Arriba, conocido posteriormente como colonia Obregón, El Duraznal y Santiago, es un polígono delimitado por las calles Hermanos Aldama, López Mateos hasta la calle 16 de Septiembre, Malecón y Hermanos Aldama, incluyendo el Parque Hidalgo.

“Recuerdo una anécdota, que había una cantina enfrente de cada banco; ahí era el movimiento financiero de León”, dice el curtidor José María Padilla Ramírez, de La Española.

En los años 70 había un gran movimiento financiero; a la calle Rayón le llegaron a llamar la Wall Street de León…  era la prueba de los gerentes bancarios para ser buenos banqueros”.

El curtidor señala que el declive del Barrio Arriba inició con la reubicación de las tenerías, y la puntilla fue cuando se cerraron la Facultad de Medicina y el Hospital General Regional.

“Para su reactivación se requiere mucha voluntad política, que haya facilidades para llevar a cabo desarrollos urbanos y que el empresariado le entre; hay  un proyecto maestro del Instituto Municipal de Planeación, sin embargo, las administraciones van y vienen…  el proyecto ahí está”, añade Chema.

El Barrio también se ha destacado porque ahí han nacido obispos, como el arzobispo emérito de Hermosillo, José Ulises Macías Salcedo, y José Guadalupe Torres Campos.

Se empolva proyecto de rescate de Barrio Arriba

El Barrio Arriba ha sido cuna de políticos; los más visibles son Ricardo Sheffield Padilla y el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. 

En la esquina de Alfaro y Constancia estuvo una de las primeras oficinas del PAN, frente al templo de San Francisquito.

Ricardo Sheffield, actual titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, señala que como originario del Barrio Arriba, cuando fue alcalde de León (PAN, periodo 2009-2012) trató de rescatar el Barrio como parte del Centro Histórico, con una ruta peatonal hasta el Templo del Calvario, que se quedó a medias.

“Ojalá se rescate, es parte del macroproyecto de la Ruta del Peatón, el programa  que inicié está sustentado en el Implan.

“Se invirtió en un plan maestro para el Barrio Arriba, que se hizo con la participación de los tres niveles de Gobierno, los dueños de inmuebles y los habitantes. Se presentó en el 2012 públicamente, y ahora lo ignoran”.

El plan de rescate está guardado desde 2013.

El empeño de Primo Quiroz

El reconocido médico Primo Quiróz Durán, aficionado de corazón al equipo de futbol de León, ha luchado por no dejar morir el Barrio Arriba. Creció entre tenerías y brincando las aguas verdosas que corrían por las calles.

Desde hace años alienta a artistas urbanos para que pinten murales con la historia del equipo León en la calle Constancia, del Barrio Arriba. Así busca atraer visitantes a esta histórica zona de la ciudad.

“Actualmente el Barrio está muerto aunque estamos a 15 minutos, caminando, del centro de la ciudad, y cuenta con toda una infraestructura para que se construyan edificios verticales, escuelas, y en cambio lo han destruido”, señala.

El doctor está todos los días en el Barrio Arriba, donde habita parte de su familia; le entristece ver el edificio del Hospital General, que dirigió, y la Facultad de Medicina en donde estudió.

“No se ha aprovechado este edificio que está deteriorándose con el paso de los años. No se ha aprovechado su infraestructura, pese a que cuenta con 240 camas, 15 quirófanos; ahora salen con la puntada de trasladar el centro de salud de Miguel Alemán a este lugar, lo que sería un desperdicio de inmueble”, añade. 

El 60% de las manzanas en el Barrio Arriba está con casas deshabitadas.

“Puedes caminar cuadras completas y te encuentras con casas vacías, cayéndose; el corazón de las manzanas son terrenos baldíos que pueden ser aprovechados, y que actualmente son refugio de delincuentes”,  dijo el médico.

Primo Quiroz lamentó que las autoridades municipales tengan en el abandono al Barrio. 

También ahí se fundó uno de los equipos más aguerridos de futbol, el Unión de Curtidores, en la calle Alfaro.

“Se requiere voluntad política para atraer inversionistas y que el Barrio Arriba recobre su esplendor y su grandeza. 

“No es posible que a las 6 de la tarde esté el emblemático Jardín Allende solo y que la parroquia del Señor de la Salud esté la mayor parte del día cerrada por falta de feligreses”.

Las delicias del Barrio Arriba

Rita Zamora, periodista originaria del Barrio Arriba, recuerda el esplendor del lugar en donde nació y los antojos que lo caracterizaron.

En el mercado Allende, desde la birria de don Aristeo Ruiz, las ricas carnitas de Pepe Cortés; las nieves del Volcancito, o las tortas de milanesa del  “Sí Hay”.

“Todo se ha ido acabando. Aún quedan algunos establecimientos de comida tradicional en el mercado, pero  hace falta reactivar los comercios”.

Decían que antes había una cantina en cada esquina del barrio, pero han desaparecido el Bun Bun; bar El Tampico, el Foreign Club; Bar Obrero. Hay otros que aún se resisten a morir como el Salón México de Don Rafa y El Toreo.

Un barrio que en sus épocas de gloria tenía su zona de “tolerancia”  o “roja” en la Gutiérrez Nájera; su centro nocturno de “Las Vegas” en el Parque Hidalgo; su “Peña Taurina” del “Gordo” Mota, en donde eran las tertulias de matadores de renombre como Antonio Velázquez o Rodolfo Gaona, con miembros de sus cuadrillas.

El Barrio Arriba está rodeado de templos, cuyo pilar es la parroquia del Señor de la Salud; el templo de San Nicolás Tolentino, con sus tradicionales panecillos miniatura; el templo del Calvario, Santo Niño, San José de Gracia, San Francisquito, las Tres Aves María, Jesús de Nazareth.

Un barrio de leyendas, como la que cuenta que en la funeraria que había en 20 de Enero y Cuauhtémoc se apareció el diablo cuando velaban a un “brujo” de San Francisco del Rincón, Don Natividad.

Ahora hay cuadras completas con locales cerrados, casas vacías. Un ejemplo es la Aquiles Serdán, en la cuadra comprendida entre Mercedes y Constancia, frente al templo de San Nicolás; no hay una sola casa habitada, y todos los locales están cerrados.

Ahí se localiza el edificio que fuera la Escuela de Enfermería de la Universidad de Guanajuato,  de gran belleza.

MCMH

En la calle Aquiles Serdán, en los alrededores del templo de San Nicolás de Tolentino, locales cerrados muestran el abandono del Barrio Arriba.

En la calle Aquiles Serdán, en los alrededores del templo de San Nicolás de Tolentino, locales cerrados muestran el abandono del Barrio Arriba.

En la calle Aquiles Serdán, en los alrededores del templo de San Nicolás de Tolentino, locales cerrados muestran el abandono del Barrio Arriba.

En la calle Aquiles Serdán, en los alrededores del templo de San Nicolás de Tolentino, locales cerrados muestran el abandono del Barrio Arriba.

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