León, Guanajuato.- Con la misa “La Cena del Señor” que ofició esta tarde en la Catedral Basílica Metropolitana de León el arzobispo Alfonso Cortés Contreras este Jueves Santo se inició la celebración del Triduo Pascual.
Durante su mensaje, Monseñor explicó que dicha celebración significa recordar los misterios centrales de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
En oración se pidió por quienes se han alejado de la iglesia, por los enfermos y porque los fieles encuentren la inspiración y comprendan los misterios que hoy se conmemoran.
“La noche en que fue entregado, cenando por última vez con sus apóstoles, Jesús hizo la ofrenda de sí mismo. Esta cena en la víspera de su pasión se convierte en el memorial de su ofrenda voluntaria para salvarnos a todos, en ella se ofrece a sí mismo y se da como alimento para la vida.
Este es mi cuerpo que va a ser entregado por ustedes y esta es mi sangre de la alianza y que va a ser derramada para la remisión de los pecados. Son las palabras que expresan la voluntad de Jesús de entregarse cada vez y para siempre como una ofrenda a Dios. Inicia la nueva pascua, es la pascua que libra de la esclavitud del pecado y de la muerte”, expresó.
También señaló que hay tres aspectos fundamentales que se celebran este Jueves Santo: la Institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y el mandamiento del amor fraterno.
Monseñor Cortés Contreras dijo que el don del cuerpo y la sangre de Cristo en la última cena se convierte en el signo de su presencia salvadora perpetua que traspasa toda frontera de tiempo y espacio.
Es por ello que cada vez que la comunidad se reúne para celebrar la santa eucaristía el mismo Cristo está presente para ofrecerse y alimentar como pan de vida y como cáliz de salvación a su iglesia, expresó.
“Y al celebrar la eucaristía se adquiere un gran compromiso, al comer su cuerpo y beber su sangre y hacer el memorial de que muere y resucita nos comprometemos ante el sufrimiento y el dolor de los que padecen a causa de la injusticia, de la guerra, de la violencia y del crimen y nos comprometemos a compartir nuestro pan con el hambriento”, mencionó.
Posteriormente, el arzobispo Alfonso Cortés Contreras realizó el lavado de pies a varios enfermos, pues el lavatorio de pies en la iglesia católica simboliza la vocación de servicio, la humildad y la igualdad que todos los fieles deben practicar.
El lavatorio de pies conmemora el amor siguiendo el ejemplo de Jesús, quien en la última cena tira su manto y comienza a lavarle los pies a sus 12 discípulos, este momento es relatado en el evangelio de San Juan de la biblia.
AM