León, Guanajuato.- Cuatro grupos independientes de escultismo tradicional se reunieron este sábado en la Plaza Expiatorio para celebrar el día del Scout (hoy, 23 de abril) y formar una flor de lis gigante hecha de latas.
Según un comunicado emitido para la ocasión, esta flor de lis fue la más grande de México y estuvo formada por mil 300 kilos de latas y aproximadamente 150 mil piezas.
El movimiento scout lucha por inculcar valores a niños, niñas y adolescentes, con actividades al aire libre y de interacción social, buscando alejarlos del encierro y del internet, fomentando la autosuficiencia, el compañerismo y el contacto con la naturaleza.
“Estos niños por lo menos el día sábado y el domingo están lejos del internet, los mantenemos a los muchachos mayores -atentos- en las tareas de insignia, labores académicas y labores de casa”, dijo Gabriela Rodríguez, del grupo VI Brownsea.
Incluso esta actividad sirve para un apego sano entre padres e hijos, madres e hijas, con la formación y desarrollo de la persona en los valores de Dios, Patria y Hogar.
Preparativos para celebrar el día del Scout
Gabriela explicó que a los niños y niñas se les solicitó una cuota mínima de 100 latas, el volumen se pesa y se cambia por dinero que servirá a cada scout para pagar el costo de los campamentos que se organizan, pero que por la pandemia se habían detenido.
Para llevar a cabo esta actividad de la flor de lis participaron cerca de 280 personas de los grupos: IV “Cuauhtlixtlamantini”, IX Mayaquen, XXIII Paxtu y el anfitrión VI Brownsea.
Además de la convivencia, hubo cambio de insignias y un acto cívico.
Aprendiendo jugando, el método Scout
En el Arco de la Calzada hubo una actividad diferente y en este caso fue el pase de un novato a la tropa scout del Grupo IV “Cuauhtlixtlamantini” de la Asociación Nacional de Scout Independientes AC.
Balú, encargado del grupo, comentó los beneficios de pertenecer a esta comunidad.
Los y las integrantes “hacen nuevos amigos, su autoestima se eleva, dentro de los retos está perder los miedos, hay quien le tiene miedo al agua, a las alturas, simplemente a interactuar con otros niños o con adultos”, en el caso de aquellos que son muy introvertidos.
Entonces este tipo de actividades les ayuda a desarrollar seguridad en sí mismos, a poderse comunicar. Lo que pretendemos con esto es sacarlos de casa para que ellos puedan tener un contacto con la naturaleza, con sus iguales”, apuntó.
Con esto se busca crear vínculos de hermandad y de compañerismo.
GT