León, Guanajuato.- Aunque el Parque Bosque Urbano, ubicado en el fraccionamiento Brisas del Lago, se integrará en breve al Parque de la Vida y será administrado por el Gobierno de León, vecinos vigilantes buscarán seguir participando en su cuidado, pues sigue en riesgo.

Eduardo Ríos, presidente del Comité de Vigilancia y Mantenimiento del parque, explicó que hay problemas de azolve en época de lluvias, porque desde otras colonias siguen arrojando materiales de construcción a orillas del arroyo El Penitente, que colinda con el parque.

Además de que gente de los campos de beisbol cercanos arroja basura, como madera, unicel y plásticos, al cauce de dicho arroyo, que la arrastra y la deposita en la superficie del parque, donde crecen árboles y vegetación que cuidan con esmero.

El parque brinda numerosos beneficios en el microclima de la región: la captación de agua, la temperatura del ambiente, la calidad del aire -en esta zona cercana a la industria ladrillera- y hasta provechos en los hogares de los leoneses

El activista dijo que la mayoría de las plantas que existen actualmente en el lugar son de naturaleza nativa, no introducida o invasora, por lo que requieren menos recursos para crecer y sobrevivir, y atraen animales que brindan servicios ambientales

Como las lechuzas, que controlan plagas de los ratones y buscan árboles altos, como las casuarinas, que si bien no son nativas, se han respetado y reciben poda selectiva para que crezcan y dejen crecer los árboles nuevos, esos sí, originarios de la región.
A las lechuzas y a otros animales se les da seguimiento a través de programas como el de Aves Urbanas de León, que incluye visualización, registro y seguimiento a nivel internacional.

La bióloga Gabriela Arriola, del grupo ambiental RED Alebrije, comentó los beneficios de mantener los bosques, sean o no de especies nativas.

“Si tú quitas la vegetación que no es nativa de una manera drástica, vas a acelerar el proceso de desertificación, porque la misma vegetación forma una especie de atmósfera que retiene humedad, controla las temperaturas, etc.

“Si quitas los árboles no nativos, como pirules, eucaliptos o casuarinas, deja de llover; y si no hay lluvia, tampoco vas a tener otras nativas, todas necesitan el agua, por eso yo considero que el cambio debe ser gradual”, dijo la especialista.

Eduardo Ríos también mencionó un prometedor estudio con el Timbe (Acaciela angustisima), un árbol nativo de la región que casi fue exterminado por su valor para la industria curtidora y ahora se investiga porque presuntamente absorbe metales pesados del medio ambiente.

Y justo la zona que se llena de basura y escombro arrastrado por la corriente es donde crecen muchos de estos árboles, de ahí la importancia de cuidar lo que llega al parque urbano.

El lugar consta de una superficie de seis hectáreas y pasará a manos del Municipio, que lo habilitará con infraestructura para corredores y visitantes.

Esto, como parte del proyecto Parque de la Vida, que en su primera etapa integrará la Presa de Echeveste, el Vivero Municipal, Parque Zoológico de León, el Safari de León y el Parque Bosque Urbano en un solo parque público.

GT

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